Van rumbo al Salón, pero… ¿dónde lanzará este trío en el 2025?
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Algún día — probablemente pronto, y con certeza en la próxima década — Max Scherzer, Justin Verlander y Clayton Kershaw ingresarán al Salón de la Fama de Grandes Ligas.
Son, obviamente, selecciones seguras. Entre los tres suman nueve Premios Cy Young, premios a Jugador Más Valioso, 27 llamados consecutivos al Juego de Estrellas y seis anillos de Serie Mundial. Éstos son los mejores tres lanzadores de los últimos 15 años. Zack Greinke, quien lanzó por última vez en el 2023, quizás sea el único que está cerca de este nivel.
Además, todos están, bueno, bastante veteranos. En la próxima temporada, Verlander tendrá 42 años, Scherzer 40 y un Kershaw relativamente joven 37. Y aunque sus épocas de competir por el Cy Young probablemente hayan quedado atrás — aunque Verlander ganó uno en el 2022— todos tienen previsto seguir lanzando en el 2025. Además, los tres son agentes libres.
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Podemos respetar la historia de estos grandes lanzadores y los discursos que algún día darán en Cooperstown, mientras analizamos de manera desapasionada y racional lo que podrían aportar a un equipo hipotético desde el montículo en el 2025.
Hoy evaluamos a estos tres serpentineros, lo que podríamos esperar razonablemente de ellos y cuáles equipos podrían estar interesados en sus servicios. Estos jugadores no están listos para retirarse aún, lo cual es perfecto; nosotros tampoco estamos listos para despedirlos.
Justin Verlander
Ninguno de estos tres lanzadores alcanzó las 100 entradas en el 2024, pero Verlander fue quien más lanzó, registrando 90.1 innings con los Astros. Desafortunadamente, podrían haber sido los peores 90 capítulos de su carrera. Verlander tuvo efectividad de 5.48, casi cuatro carreras peor que su promedio de carreras limpias permitidas en el 2022, además de registrar la tasa de ponches más baja y la tasa de jonrones más alta de su trayectoria. Fue particularmente inconsistente tras regresar de una lesión en el cuello a finales de agosto, con EFE de 8.10 en siete aperturas y 33.1 episodios en la recta final de la temporada, y ni siquiera fue incluido en el roster de los Astros para su Serie del Comodín de la Liga Americana.
Verlander ha expresado públicamente su deseo de alcanzar las 300 victorias, un objetivo que será todo un desafío. Actualmente cuenta con 262 triunfos, lo que significa que, con toda probabilidad, necesitará jugar al menos tres campañas más. Eso es mucho pedir a su edad. Y si tiene previsto lanzar lo suficiente para llegar a los 300 triunfos, primero deberá superar la temporada del 2025.
Verlander ha dicho que siente “que todavía tengo mucho más que aportar como lanzador”, y atribuye principalmente su inconsistencia del año pasado a la lesión en el cuello. Si bien las lesiones de cuello no son ideales para un lanzador, son preferibles a las lesiones de brazo. Además, recordemos que hace sólo dos años fue el mejor lanzador del béisbol. Verlander ya no será el as de ningún equipo, pero para un contendiente puede ser alguien que cubra innings y le dé a su equipo la oportunidad de ganar cada noche. Y si logra recuperarse completamente de la lesión en el cuello, podría ser mucho más que eso.
Los Astros podrían decidir traerlo de vuelta, aunque cualquier equipo dispuesto a tomar el riesgo de un contrato de un año y con aspiraciones de ganar la Serie Mundial tendría sentido. Es difícil no emocionarse con la posibilidad de que cierre el círculo y regrese a los Tigres, el equipo con el que debutó en el 2005. Sin duda, se vería genial nuevamente con el uniforme de Detroit. En cualquier caso, alguien le dará la oportunidad de reafirmarse como un pilar de la rotación. Y todos seremos afortunados por ello.
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Max Scherzer
Enfrentarse a Max Scherzer, incluso cuando tenga 83 años, intimidará a los bateadores que lo vean sobre la lomita. Honestamente, escribir esto ya me da un poco de miedo.
Scherzer fue más eficaz que Verlander en el 2024, pero sólo realizó nueve aperturas y nunca fue un factor clave para los Rangers, que tampoco tuvieron un impacto significativo. Scherzer comenzó el 2024 en la lista de lesionados mientras se recuperaba de una cirugía de espalda. Más adelante, lidió con fatiga en el brazo y problemas en un nervio, y finalmente se perdió el final de la campaña debido a una distensión en el tendón de la corva.
Gran parte del valor de Scherzer siempre estuvo ligado a su capacidad de tomar la bola cada cinco días. Realizó 30 aperturas o más cada año durante una década completa. Sin embargo, está claro que eso ya no es algo con lo que se pueda contar. Pero cuando está saludable, sigue siendo Max Scherzer, nada menos. Y abrió 27 juegos en una temporada tan reciente como en el 2023, así que no sería una apuesta tan arriesgada.
Al igual que Verlander, el contrato de un año que presumiblemente obtendría Scherzer lo convierte en una opción viable para casi cualquier equipo. Es fácil imaginarlo como un Yankee, y de hecho es sorprendente que aún no haya sido parte de los Yankees. Los Filis, por su parte, tienen predilección por los veteranos que buscan un último vals.
También podría regresar a sus orígenes, uniéndose a equipos en ascenso como Detroit (donde se convirtió en un as) o Washington (donde ganó una Serie Mundial).
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Clayton Kershaw
Clayton Kershaw es medio lustro más joven que los otros dos, pero es fácil entender por qué no parece así. El tres veces ganador del Premio Cy Young no ha sido un lanzador de muchas entradas en la última década, ya que no lanza más de 130 innings desde el 2019 y no supera los 180 episodios desde el 2015. A veces, verlo lanzar se siente como un acto en la cuerda floja: Está haciendo algo asombroso, pero sabes que en cualquier momento podría caer.
Esta temporada baja ya ha sido movida para Kershaw, quien se sometió a cirugías tanto en el pie izquierdo como en la rodilla izquierda, aunque afirma que va a “darle con todo” a su rehabilitación para estar listo en el 2025. También aseguró ser un “Dodger de por vida,” lo que debe de silenciar todos esos rumores de Kershaw a los Rangers que escuchamos por estas fechas del año pasado. “Volveré, de alguna manera. No me importa. Volveré”, ha dicho.
Cabe destacar, como quizá recuerden, que a los Dodgers les faltó uno o dos lanzadores el año pasado, especialmente en la rotación, y pueden estar seguros de que dejarán un espacio para Kershaw cuando éste esté listo. Es diferente a Verlander y Scherzer en el sentido de que nadie esperaría que intente ser un lanzador de muchas entradas, lo cual podría hacerlo perfecto para los Dodgers: sólo necesitan que algunos lanzadores estén disponibles en octubre, lo que debe de permitirles darle a Kershaw todo el tiempo que necesite antes de reanudar su búsqueda de los 3,000 ponches en su carrera. (Está a 32 de lograrlo).
Kershaw no registrará números como en sus mejores años, y no lo veremos en el montículo en el 2025 con la frecuencia que nos gustaría. Pero es casi seguro que lo veremos en la lomita, vistiendo el uniforme azul de los Dodgers… y eso, por sí solo, es un regalo.