¡Un papá feliz! Walker sorprendió a su padre con la bola de su 1er HR

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SAN LUIS – Un poco triste de que su primer jonrón en Grandes Ligas haya llegado en una derrota de los Cardenales, el novato de 20 años, Jordan Walker, recibió un regalo que le levantó el ánimo la tarde del miércoles cuando regresó al clubhouse y vio la bola que mandó sobre la valla del jardín izquierdo colocada sobre el estante superior de su casillero.

¿Cómo fue que esa pelota llegó ahí?

Minutos después de que el batazo en línea de Walker -el cual tuvo una velocidad de 104.2 millas por hora- cayera en las gradas, el director de seguridad del estadio, Phil Melcher, se lanzó rápidamente hacia esa sección de fanáticos para tratar de recuperar la bola. Melcher ha creado un hábito de hacer justo eso a través de los años, en ocasiones topándose con difíciles negociaciones, pero casi siempre convence a los fanáticos ofreciéndoles algo atractivo a cambio.

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En el mismo instante que vio la pelota sobre su casillero, Walker dijo que supo inmediatamente dónde terminaría ese preciado artículo. Al igual que las bolas de su primer imparable y su primera carrera remolcada – ambas de las cuales llegaron en el debut de Walker ante los Azulejos la semana pasada – la pelota de su primer jonrón le pertenecerá a su padre, Derek.

Derek Walker, el hombre que le inculcó el gusto por el béisbol a Jordan desde su niñez, estaba presente en las gradas del Busch Stadium el miércoles junto a su esposa, Katrina, y la abuela de Jordan, Normarene Merritt, para ser testigos del batazo. Derek se dijo feliz de haber presenciado el histórico batazo de su hijo, pero esa felicidad creció momentos después de enterarse que su hijo le daría la bola.

“Les dije a todos mis compañeros de trabajo que yo había recibido las bolas de su primer hit y de su primera carrera empujada, y luego pensé, si logran recuperar la pelota de su primer jonrón podría salir de aquí con tres bolas en mi poder”, relató Derek el miércoles. “Era nuestro último día en San Luis, entonces todo salió perfecto.

“Cuando fue notificado de su ascenso a las Mayores y luego me llamó, publiqué en Facebook que me solté en llanto y todo lo que hubo fueron lágrimas”, agregó Derek. “Pero hoy, todo es risas y felicidad. No pude haber soñado con un mejor primer fin de semana para Jordan”.

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