Raisel Iglesias listo para dar la cara por Rojos
CINCINNATI – Si alguien en los Rojos entiende lo que significa jugar profesionalmente en una temporada corta, es el cerrador cubano Raisel Iglesias.
Para acomodar la participación de la Selección de Cuba en el Clásico Mundial de Béisbol en 2013, la última campaña de Iglesias antes de desertar, la Serie Nacional disputó 45 juegos en lugar de los 90 normales. Los clubes de Grandes Ligas se están preparando para una temporada de 60 partidos en 2020.
“Existe una gran diferencia. Obviamente para una temporada de 162 juegos, tienes que controlarte y procurar estar lo suficientemente sano en toda la campaña”, explicó Iglesias. “En el caso de una temporada de 45 o 60 juegos, tienes que jugar cada partido como si fuese de playoff, y eso es lo que realmente hacíamos cuando jugaba en Cuba”.
Iglesias, de 30 años de edad, está buscando un resurgir tras un tambaleante 2019 con Cincinnati. Aunque el diestro impuso marcas personales con 68 presentaciones y 34 salvamentos, tuvo récord de 3-12 con efectividad de 4.16 y estableció una marca de la franquicia de más derrotas para un relevista. Esos números contrastaron con el promedio de carreras limpias permitidas de 2.38 y 30 rescates en 66 compromisos en el 2018.
“Para mí, es bien importante estar en mi mejor forma”, indicó Iglesias. “El año pasado, pasé por muchos altibajos. Los fanáticos también se percataron de ello. Está en mí recuperar la forma este año, revertir eso y dar lo mejor de mí”.
Iglesias mantuvo su brazo activo con la ayuda de su hermano, un ex receptor, durante el período de cuarentena que duró tres meses y medio. Pero no pudo entrenar desde un montículo oficial. Por ello, el cubano se sintió bastante cómodo cuando lanzó 1.1 entrada en blanco el viernes durante un juego interescuadras en el Great American Ball Park.
“Lanzar desde un montículo era justo lo que necesitaba”, exclamó el oriundo de Isla de la Juventud. “Realmente tuve buen control. Fui capaz de hacer todos mis pitcheos y trabajar en la localización. Fue la clase de día en el cual los fanáticos de los Rojos de Cincinnati dirían, ‘Oh sí, éste es el Raisel que todos queremos ver”.
Lo que no será normal esta campaña es que cuando Iglesias reciba el llamado para tratar de agenciarse el salvamento en la novena entrada, lo hará con el estadio vacío y sin el ruido ni el apoyo de sus aficionados. El cubano está acostumbrado a subir a la loma con la fanaticada respaldándolo a todo pulmón.
“Será algo a lo que deberemos acostumbrarnos”, reconoció Iglesias. “Creo que me brinda la oportunidad de enfocarme un poco más para tratar de hacer el trabajo en la novena entrada”.