“Queremos ganar para él”: Baker va por el anhelado título de SM
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NUEVA YORK – Mientras los Astros sellaban un dominante triunfo en el Juego 3 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana el sábado, Dusty Baker miró hacia un rincón del dugout visitante y vio al dominicano Framber Valdez cantando la letra de la canción que en ese momento sonaba en el altavoz del Yankee Stadium.
Era una melodía de 50 Cent, el famoso rapero oriundo de los suburbios de Queens y uno de los cantantes favoritos de Valdez. El piloto de los Astros miró fijamente al zurdo, compartió una sonrisa y luego vio cómo Valdez siguió entonando la melodía, un momento microcósmico de la relación y gran ambiente que Baker ha forjado con sus jugadores en sus 25 años como dirigente.
“Creo que lo que hace rodar el mundo es aceptar a la gente, sin tratar de cambiarla”, dijo Baker. “Eso es lo que hace rodar el mundo, que aceptemos la cultura uno al otro y tratemos a una persona por quién es, no por su lugar de origen”.
Este es el mundo de Baker, el manager de 73 años capaz de fusionar un rompecabezas de personalidades y dominar el mundo del béisbol – con otro punto de referencia más en su camino hacia la tierra prometida.
Baker guio a los Astros a la Serie Mundial por segundo año seguido tras su victoria por 6-5 en el Juego 4 de la SCLA el domingo para completar la barrida, asegurando otra oportunidad para ganar ese escurridizo título que tanto ha buscado desde sus días como jugador. El único título de Serie Mundial del que ha sido parte fue en 1981, cuando era un jardinero izquierdo para los campeones Dodgers.
“Sigo teniendo hambre”, declaró Baker. “Tenemos a mucha gente que nos apoya; otros están en contra de nosotros. No importa. Eso te motiva de cualquier manera. Existen muchos pensamientos positivos dirigidos hacia nosotros. Un sinfín de pensamientos positivos y unidad espiritual en la ciudad de Houston”.
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A pesar de su larga trayectoria como piloto de Grandes Ligas – con los Gigantes (1993-2002), Cachorros (2003-06), Rojos (2008-13), Nacionales (2016-17) y ahora los Astros (desde 2020) – no ha podido ganar el último juego del año. Eso por sí solo es extraordinario dado que Baker ha sido el “Forrest Gump” del béisbol en octubre por los últimos 45 años.
El domingo fue el 140mo juego de Baker en postemporada entre su carrera como pelotero (40 juegos), timonel (91 juegos) y coach (nueve juegos como coach de bateo por los Gigantes en 1989). Ha sido parte de más juegos de playoffs que 22 de las 30 franquicias actuales de MLB – más que los Cachorros (123), Tigres (120), Rojos (97) y Mets (92) por nombrar algunos.
Probablemente va en camino al Salón de la Fama, habiéndose convertido en el 12do dirigente en la historia de la Liga Nacional y la Americana en ganar 2,000 juegos más temprano este ano, pero un anillo de Serie Mundial probablemente aseguraría su entrada al Templo de los Inmortales. Y esa posibilidad está bien presente en las mentes de sus jugadores.
“Cien por ciento”, dijo el antesalista Alex Bregman, uno de apenas cinco jugadores que quedan del último título de Houston en 2017. “Nos encanta saltar al terreno día a día y competir por él. Le encanta ganar. Ama el béisbol. Y 100 por ciento queremos ganar para él”.
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Baker ha dirigido a algunos de los más grandes jugadores de todos los tiempos a lo largo de varias generaciones, incluidos Barry Bonds, el dominicano Sammy Sosa, Joey Votto, Max Scherzer y Bryce Harper, a quien enfrentara en el Clásico de Otoño. Ahora, el veterano timonel tiene a los potenciales miembros del Salón de la Fama, el venezolano José Altuve y Justin Verlander, en su roster. Y a todo mundo le cae bien.
“Tiene una relación bastante buena con sus jugadores”, aseguró Verlander. “Creo que se siente bien orgulloso de eso. Pienso que se preocupa por conocer a cada uno de manera individual y trata de conectar con ellos a un nivel más allá de solamente manager-jugador, y eso ayuda bastante”.
“Creo que es clave porque sigue creyendo en sus jugadores aun cuando no les está yendo bien”, destacó Altuve, quien comenzó esta postemporada con una histórica sequía bateadora. “Y vean dónde estamos ahora. Estamos en los playoffs”.
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Un aspecto que le añade intriga al duelo del Clásico de Otoño con los Filis es que el equipo de Filadelfia entrevistó a Baker previo a la campaña del 2020, cuando no estaba seguro si obtendría otra oportunidad de dirigir. Poco después de esa entrevista, el propietario de los Astros, Jim Crane, contactó a Baker y comenzó el proceso que terminó en su contratación. En cambio, los Filis optaron por Joe Girardi, quien fue cesado el 3 de junio tras un inicio flojo con marca de 22-29.
“Oye, hombre, ellos tienen a varios jugadores de calidad”, opinó Baker sobre los Filis. “Han llegado hasta este punto, tienen la misma mentalidad que nosotros, entonces creo que será una gran serie”.
Como sucedió el año pasado, cuando los Astros perdieron la Serie Mundial ante los Bravos en seis juegos, Baker arranca el Clásico de Otoño con su futuro incierto más allá de estas próximas semanas mientras finaliza su contrato de un año. El contrato del gerente general, James Click, también está por expirar, lo que significa que el futuro de toda la gerencia es incierto. Esa es una conversación legítima, pero un tema que puede esperar.
Porque la meta final sigue estando delante de Baker y los Astros.
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