¿Qué esperar de Julio Rodríguez en MLB?

Si hubiese querido, el dominicano Julio Rodrígurez pudo haber llegado a las Mayores a fuerza de batazos.

Sé lo que estás pensando: “¿No es eso lo que acaba de hacer?”

La respuesta simple es sí, claro. Rodríguez, tercer mejor prospecto de todo el béisbol, ha bateado donde sea que ha jugado. Como prueba, tiene promedios de .331/.412/.543 en 227 juegos de liga menor, sin mencionar el OPS de 1.309 que tuvo en esta primavera, para hacer el roster del Día Inaugural de los Marineros.

Se puede argumentar que Rodríguez debería ser considerado la mejor promesa del béisbol, con base en lo que puede hacer el dominicano en la caja de bateo. Su evaluación de 70 de contacto y 65 de poder lo ubican en otro nivel entre todos los prospectos. Y quién sabe, tal vez esas calificaciones sean conservadoras. Apenas tiene 21 años y sería un error ponerle un techo.

Rodríguez es un bateador tan talentoso que pudo haber llegado todos los días a trabajar únicamente con su swing, obviando las otras facetas de su juego, e igual ser uno de los jugadores más emocionantes del béisbol. Pero lo que necesitas saber ahora sobre él es que comienza su carrera en la Gran Carpa habiendo trabajado en todo su juego. Sí, estoy poniéndolo en la misma conversación que sus compatriotas Vladimir Guerrero Jr. y Wander Franco. Tal vez esté un poco por detrás de aquellos 80 puntos de bateo, pero no por mucho.

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Cuando saltó a la escena como prospecto, el oriundo de Loma de Cabrera se perfilaba como un típico patrullero derecho, gracias a un sólido brazo y sus dotes ofensivos. Pero eso no fue suficiente para el adolescente, quien ha trabajado de forma incansable para mejorar su defensa. Cuando apareció por primera vez en la lista de los 30 mejores prospectos de los Marineros en el 2018, tenía un grado 45 de velocidad. No suele ocurrir muy seguido que un jugador aumente su rapidez con el pasar de su desarrollo, pero Rodríguez añadió fuerza a su cuerpo y se enfocó en esa parte de su juego. Ahora cuenta con un grado 55, y es posible que sea un número conservador. Aun con 55, sus instintos y naturaleza agresiva en las bases lo hacen ser un corredor de impacto. Olvídense de las esquinas; ahora es un patrullero central y ahí es donde jugará.

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¿Cometerá errores? Claro. ¿Su ímpetu agresivo en las bases y en los jardines derivarán en pifias? Cuenten con eso. Pero, ¿compensará todo eso al impactar el juego con sus cinco herramientas? Definitivamente.

Cuando el manager Scott Servais le informó a Rodríguez que había hecho el equipo, le ofreció un consejo simple al decirle que nunca cambie la manera con la que juega. Es una lección importante para un joven que no sólo ha impresionado con su talento, sino por la alegría con la que juega a diario. Si conserva eso, continuará cautivando a los seguidores del béisbol a lo largo del mundo.

Hay una historia sobre Rodríguez que siempre recuerdo y que habla sobre su pasión con el juego. Estaba en su primera pretemporada en los Estados Unidos en el 2019, justo antes de batear .326 en su primera temporada completa a sus 18 años. Estaba en el sector de ligas menores, pero tuvo siete veces al bate en la Liga del Cactus con los Marineros. Claro, dio cuatro hits. Pero ése no es el punto aquí.

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Antes de que empiezan los juegos de pretemporada de Grandes Ligas durante los entrenamientos, los más jóvenes suelen entrenar temprano en el día. Rodríguez terminaba sus prácticas y luego se quedaba en las gradas para ver el resto de los partidos del día. Ése es el tipo de jugador, compañero y persona que es, y que están recibiendo los Marineros con los brazos abiertos.

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