Una mirada del porqué el 2024 de J-Rod luce bien prometedor

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De cara a su tercera temporada en las Mayores, el dominicano Julio Rodríguez ya es considerado uno de los mejores patrulleros centrales del béisbol. Fue ubicado en el segundo puesto en la lista de los 10 mejores de la posición por MLB Network al igual que en mi lista personal. Llegué a contemplar ponerlo como número uno, un puesto que espero verlo ocupar muy pronto.

Luego de una dominante campaña de debut en el 2022, que lo hizo merecedor del Premio Novato del Año de la Liga Americana, tuvo otro sólido año en el 2023, que pudo haber sido incluso más impresionante de lo que imaginamos en el momento. Se puede decir que las proyecciones, expectativas y pronósticos están por el cielo para su tercera campaña, y con razón.

Aquí, una mirada del porqué el 2024 de Rodríguez luce tan prometedor.

Tuvo una de las temporadas más ‘valiosamente completas’ que haya registrado Statcast

Rodríguez hizo algo increíblemente raro el año pasado. Fue el único jugador en estar al menos en el 90mo percentil en bateo, corrido de bases y fieldeo el año pasado. A eso nos referimos con una temporada ‘valiosamente completa’ – estar entre los 10 primeros jugadores en valor generado en ambos lados del juego, al igual que en las bases.

El simple hecho de que Rodríguez haya sido el único jugador en hacerlo el año pasado, en una liga plagada de talento, muestra lo bueno que es y que puede seguir siendo. Podemos detallar aun más su estilo único, gracias a la investigación de Jason Bernard de MLB.

Statcast ha seguido estos tres componentes de valor desde el 2016. En ese período, sólo un jugador había estado al menos en el 90mo percentil en las tres categorías: Mookie Betts. Lo hizo en su campaña de JMV de la L.A. en el 2018, al igual que en el 2016 y 2020. Betts, quien suma seis Guantes de Oro y Bates de Plata en su haber, es considerado por muchos como uno de los jugadores más completos en el béisbol. Y ahora, Rodríguez es parte de ese exclusivo club.

¿Qué quiere decir eso en términos del mundo real? Piensen en un jugador que pueda dar un cañonazo importante, hacer una atrapada difícil y tomar una base extra en una situación clave. A eso se refieren los valores de bateo, fieldeo y corrido de bases que tomamos en cuenta.

Es una capacidad élite de cambiar el destino de un juego, algo que debe quedar en evidencia nuevamente este año.

La combinación de poder y velocidad

Dentro de esas tres categorías de valor, está el poder de Rodríguez, que aporta a sus números de carreras por bateo y a su velocidad, que a la vez contribuye al fieldeo y corrido de bases. Su tasa de batazos de fuerza de 52.5% se ubicó en el 96to percentil el año pasado, mientras que sus 29.6 pies por segundo de velocidad en sprint – cerca a la cifra élite de 30 – también se colocó en el 96to percentil.

Fue uno de tres jugadores en estar al menos en el 90mo percentil tanto en velocidad en sprint como en tasa de batazos de fuerza en el 2023, junto a Mike Trout y el dominicano Fernando Tatis Jr. Rodríguez estuvo en esa misma categoría en el 2022 (97mo percentil en velocidad en sprint y 95to en tasa de batazos de fuerza). Los únicos en hacerlo ese año fueron Trout y Byron Buxton.

De nuevo, ¿cómo se manifiesta esa combinación en el terreno? Jonrones y bases robadas.

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Con empalmó su 25to jonrón del 2023, el oriundo de Loma de Cabrera se convirtió en el primer jugador en la historia de las Mayores con al menos 25 vuelacercas y 25 bases robadas en cada una de sus primeras dos temporadas de carrera. En el 2022, fue el primer en alcanzar esos números en su primer año, lo que quiere decir que también fue el primero en tener la oportunidad de repetirlo en su segunda campaña.

Terminó con 32 cañonazos y 37 estafadas, siendo apenas el cuarto jugador con una temporada de 30-30 en su temporada de 22 años o menos, uniéndose al venezolano Ronald Acuña Jr. (2019), Mike Trout (2012) y Alex Rodríguez (1998).

Llegó a 60 jonrones y 60 robos en 284 juegos; la segunda menor cantidad de partidos que se hayan necesitado para registrar esos números. Sólo Eric Davis lo hizo más rápido (276). Rodríguez ha demostrado esta efectiva combinación a lo largo de su carrera, y continuará haciéndolo.

Terminó la temporada con todo

Rodríguez alcanzó otro nivel en agosto, con cinco juegos de cuatro hits en un período de 10 encuentros, y 17 imparables en un tramo de cuatro partidos, ambos récords que datan de al menos 1900. Pero no fueron sólo esos 10 compromisos, o incluso ese mes.

Bateó .308 en la segunda mitad, comparado a .249 en la primera, dejando un slugging de .578 en la segunda parte, por .411 en la primera. Empalmó 19 bambinazos en los 68 juegos de la segunda mitad, tras dar 13 en sus 87 iniciales.

Rodríguez no sólo mejoró lo que había hecho en los primeros meses del año, sino que estuvo entre los mejores exponentes del deporte. Se ubicó en el quinto lugar entre los jugadores de posición en WAR, según FanGraphs, en la segunda parte del año. Sólo fue superado por Betts, Acuña, Freddie Freeman y Matt Olson.

Esa habilidad de ajustarse en el transcurso de una temporada es otra de las razones de por qué el futuro de Rodríguz luce tan prometedor.

¿Qué viene ahora?

No hay dudas de lo bueno que luce el panorama de Rodríguez de cara al 2024, dado lo que hizo el año pasado. El sistema de proyecciones Steamer de FanGraphs le otorga 33 jonrones y 31 bases robadas, lo que quiere decir que superaría los 25 jonrones y 25 estafadas en cada una de sus primeras tres temporadas.

Sólo el tiempo nos lo dirá, pero hay una cosa clara: Será un gusto ver jugar a Rodríguez de nuevo.

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