Un nuevo libro infantil rinde homenaje a la valentía y el legado de Roberto Clemente
El 17 de octubre de 1971, al ser nombrado Jugador Más Valioso de la Serie Mundial luego de una actuación majestuosa que llevó a los Piratas de Pittsburgh a la victoria sobre los Orioles de Baltimore en siete juegos, Roberto Clemente hizo algo que, para la época, fue extraordinario.
“Antes de decir algo en inglés”, dijo Clemente en una entrevista de televisión en vivo, “me gustaría decir algo para mi madre y mi padre en español.
“En el día más grande de mi vida, para los nenes la bendición mía, y que mis padres me echen mi bendición en Puerto Rico.”
En la cima de su éxito, Roberto Clemente eligió recordarle al mundo que era puertorriqueño — en su primer idioma.
Mi primer idioma.
La decisión de Clemente de hablar español en televisión nacional estadounidense fue particularmente impactante dado que, al inicio de su carrera, la prensa a menudo se burlaba de su acento puertorriqueño, citándolo usando ortografía fonética.
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Yo descubrí el video de Clemente dirigiéndose a sus padres más de 45 años después, siendo ya periodista deportiva en LasMayores.com, donde he trabajado durante toda mi carrera. Como mujer cubanoamericana que una vez se sintió incómoda y cohibida hablando español en entornos profesionales, el gesto de Clemente resultó empoderante y de gran validación.
Aquí estaba un futuro miembro del Salón de la Fama, siendo auténtico, intencionalmente y sin disculpas, a pesar del prejuicio y racismo que había soportado como un hombre afro-puertorriqueño.
Esto se convirtió en la inspiración para mi recién publicada biografía infantil, ¡Llámenme Roberto!, publicada simultáneamente en inglés como Call Me Roberto! e ilustrada por Rudy Gutiérrez, un artista de ascendencia puertorriqueña que ha mostrado vívidamente la energía y el espíritu de Clemente.
Aunque este libro es un proyecto personal, ha sido moldeado por mi experiencia cubriendo béisbol profesionalmente. Al crecer, conocía a Clemente como el humanitario que tristemente murió en un accidente aéreo mientras intentaba llevar ayuda a las víctimas de un terremoto en Nicaragua. Pero a través de mi trabajo, llegué a comprender sus aportes a la justicia social en el béisbol.
Esta historia está bien documentada, pero quizás nada haya concretado mi percepción de la vida de Clemente como las conversaciones con algunos de sus contemporáneos a quienes he tenido el privilegio de entrevistar — en particular, su excompañero de equipo, el panameño Manny Sanguillén, y el pionero dominicano Felipe Rojas Alou, ambos de los cuales compartieron una profunda conexión con Clemente como hombres afro-latinos.
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Para muchas figuras del béisbol con raíces en América Latina, y en su Puerto Rico natal, fue la valentía de Clemente al defender su identidad lo que lo convierte en una figura venerada. Es ese aspecto de su legado el que elegí enfatizar en ¡Llámenme Roberto!, comenzando con un título que honra la insistencia de Clemente en que los medios usaran su nombre real, en lugar del anglicismo “Bob” que algunos intentaron imponerle.
¿Por qué un libro infantil? Porque considero que donde más tienen poder las lecciones de la vida de Clemente — la resolución frente a la injusticia, la autenticidad, el orgullo en tu herencia — es en manos de los niños.
Hay un lugar para mí en el béisbol gracias a figuras como Roberto Clemente. ¡Llámenme Roberto! es mi humilde manera de decir: Gracias.