Crismatt listo para fungir como as de la selección de Colombia
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PEORIA, Arizona – “Lunes, miércoles y viernes”.
Nabil Cristmatt sonríe al recordar su niñez en Barranquilla, Colombia. Lunes, miércoles y viernes – esos eran los días de la semana en los que iba a practiar el béisbol en el terreno local de Pequeñas Ligas. Y de manera muy informal. Crismatt jugaba en la tercera base, y lanzaba. El sábado se jugaba.
El derecho de 28 años también tiene juego este sábado, aunque será una jornada un poco distinta. Esta vez, Crismatt subirá al la lomita por la Colombia en el Clásico Mundial de Béisbol para el primer partido de su selección ante México en el Chase Field.
Y lo mejor sobre Nabil Crismatt -- lo único que tienes que saber para entender su actitud -- es que lo va a tratar como cualquier otro sábado que pasó jugando en las Pequeñas Ligas.
“Es el mismo béisbol”, dijo Crismatt.
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Parte fundamental de la personalidad de Crismatt es que sabe disfrutar cada momento que está en el estadio – cuando le va bien y cuando no le va bien. Sus compañeros de equipo y sus coaches consideran que eso es parte de lo que le permite tener éxito.
¿Cómo logra un muchacho cuya recta apenas superó las 90 millas por hora la temporada pasada ganarse un puesto en un equipo con aspiraciones de Serie Mundial? Porque sabe tirar esa recta de apenas 90 mph. O, como señaló uno de sus compañeros de equipo, “Cuando lanza, de la impresión de que se cree capaz de tirar a 100 mph”.
En un principio, Crismatt estaba programado para abrir el segundo juego de Colombia en el Clásico. Pero su apertura fue adelantada luego de que José Quintana se fracturara una costilla esta semana. De pronto, Crismatt es el responsable de abrir un juego que podría ser clave en el Grupo.
Para Crismatt, simplemente es otro sábado en el estadio. Por obviamente tiene un mayor significado. Su familia viajó a Phoenix desde Miami, donde viven en la temporada baja. Esta semana, llegó José de Barranquilla. Por más que Nabil le quiera restar importancia, es algo grande.
“Lo más importante es ver realizado a mi hijo”, dijo José Crismatt. “Es la emoción mas grande que puedo recibir. No me canso de disfrutarlo”.
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Nabil está por comenzar su cuarta temporada de Grandes Ligas. Tiene efectividad de por vida de 3.38. Es el “mil usos” del cuerpo monticular de los Padres. También es una de las personas más querida en un clubhouse lleno de superestrellas – y también el más alegre.
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“Simplemente trato de disfrutarlo”, dijo Cristmatt. “Sé que el béisbol es por un corto tiempo en tu vida. Trato de ser la mejor persona que puedo ser con la gente. Trato de ser amable. Nunca sabes lo que puede pasar en el futuro, así que trato de disfrutar cada día que estoy aquí y hacer que sea un buen recuerdo [para todo el mundo]”.
Otros jugadores podrían adoptar una mentalidad despreocupada. Pero pocos viven el béisbol como Crismatt lo hace. El muchacho siempre está sonriendo. A menos de que esté dormido. Sus compañeros se burlan de él por ese detalle en ocasiones – un ligamayorista que se queda dormido en un clubhouse en pleno día del partido.
"Se sienta en su casillero, luego cierra sus ojos", relató su compañero, el derecho Craig Stammen, la pasada campaña. "Lo despertamos, y él nos dice, 'Sólo me estoy relajando, Papi, no te preocupes por mí'".
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Para Crismatt, el béisbol era sólo un pasatiempo hasta que cumplió 15 años. Fue entonces cuando se dio cuenta que podría llegar a ser algo más. José tomó la angustiosa decisión de dejar que Nabil dejara su hogar para jugar en la República Dominicana, donde firmó con los Mets para comenzar su carrera como profesional.
“Uno como padre, uno piensa que los hijos, sino son médicos, abogados, ingenieros. Yo le aposté a él a su fortaleza, que era el deporte”, dijo José. “Es admirable todos estos años que él ha camellado. Ha luchado muchísimo por llegar a donde ha llegado, y lo que le falta”.
Doce años después, Nabil abrirá el primer duelo de la selección de Colombia en el Clásico Mundial en ausencia de Quintana.
No existe nadie mejor preparado para este repentino desafío. La facilidad para adaptarse de Crismatt lo ha convertido en una pieza bien valiosa para San Diego. Cuando Blake Snell sufrió una lesión en la ingle previo a una apertura en Arizona la pasada campaña, Crismatt lo reemplazó y lanzó tres entradas en blanco.
Crismatt ha sido un abridor situacional, un relevista intermedio e incluso fue llamado desde el bullpen en situaciones de apremio el año pasado. Aun así, Crismatt no esconde el hecho de que, sobre todo, lo que más disfruta es abrir juegos. Esta primavera goza de una carga de trabajo apta para un abridor, con el Clásico en mente.
"Será bien importante para él", declaró el timonel de los Padres, Bob Melvin. "Y, quién sabe, todo puede pasar más adelante. Nos brinda mucha flexibilidad. ... Es capaz de hacer todo lo que se le pida, y existen pocos jugadores que pueden hacerlo como él".
Puede hacer casi todo – ¿incluido ser el as de una selección?
"De todas maneras, él ya se consideraba el as", exclamó Melvin con una sonrisa.
"Razón por la que apreciamos tanto a Nabil".
José sabe exactamente por qué:
“Cuando se propone algo, lucha por alcanzar eso. Le digo que es mi ídolo.
“Mi hijo se convirtió en mi ídolo”.