Once curiosidades de la postemporada que deberías saber
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La postemporada de las Grandes Ligas es un escenario para grandes momentos, una época en la que surgen héroes y se forjan legados. Pero también ha demostrado ser un lugar para rarezas y ocurrencias curiosas.
A lo largo de la historia del béisbol, los playoffs y la Serie Mundial han generado una serie de situaciones desconcertantes, datos curiosos y cosas que te hacen decir “¿qué?”. Desde un juego que (en cierto modo) tuvo que jugarse dos veces, hasta toques para dejar en el terreno al rival, y el mejor equipo del deporte ni siquiera logrando clasificar a los playoffs, la postemporada ha ofrecido algunos datos poco convencionales a lo largo de los años.
Aquí un vistazo a algunas de esas curiosidades divertidas.
Jugar en casa no fue una ventaja
Jugar en tu estadio normalmente es una ventaja, pero ese no fue el caso para los Nacionales y los Astros en la Serie Mundial del 2019. El equipo local perdió todos los juegos de esa serie de siete partidos, un hecho sin precedentes en la historia de los deportes en América del Norte.
La mayoría de los encuentros tampoco fueron muy cerrados: el margen de victoria promedio en la Serie Mundial del 2019 fue de cinco carreras, con tres de los juegos decididos por seis o más rayitas. Al final, estar en tu hogar no fue una ventaja en absoluto. Desafortunadamente para los Astros, ellos tuvieron más juegos en casa que los Nacionales en esa serie.
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JMV de la serie en el equipo perdedor
Ser el JMV de una serie de postemporada suele ser motivo de celebración, pero para algunos jugadores, fue solo un consuelo. Esto se debe a que en cuatro ocasiones en la historia de la postemporada, el JMV de una serie provino del equipo perdedor. El ejemplo más reciente ocurrió en 1987, cuando Jeffrey Leonard, de los Gigantes, se llevó los honores en la SCLN mientras su equipo perdía en siete juegos ante los Cardenales. Leonard bateó para .417 con cuatro jonrones y un OPS de 1.417, liderando a ambos equipos en cada categoría (mín. 20 visitas al plato).
Los otros JMV que salieron del equipo perdedor fueron Mike Scott de los Astros en la SCLN de 1986, Fred Lynn de los Angelinos en la SCLA de 1982 y Bobby Richardson de los Yankees en la Serie Mundial de 1960.
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El extraño patrón de Bochy
Bruce Bochy es probablemente un futuro miembro del Salón de la Fama, un mánager que ha ganado cuatro veces la Serie Mundial, incluyendo la dinastía de los Gigantes entre 2010 y 2014, cuya “magia de los años pares” parecía tan predecible como un reloj. Pero, resulta que también es digno de reloj lo que ha sucedido en los años entre los campeonatos bajo el mando de Bochy.
En cada ocasión que un equipo de Bochy ha ganado el Clásico de Otoño – tres con los Gigantes y uno con los Rangers – , el equipo no logró llegar a la postemporada al año siguiente. De la cima al valle, cada vez. Pero no sientas pena por ellos, porque también hay un giro interesante: los equipos campeones de Bochy han tenido la tendencia a ganar otra Serie Mundial el año después de perderse los playoffs, como ocurrió con los Gigantes en 2012 y 2014.
Por extraño que parezca, ganar la Serie Mundial, perderse los playoffs, ganar la Serie Mundial, perderse los playoffs ha sido la secuencia de cada club campeón de Bochy desde 2010. Probablemente sea solo una coincidencia, pero también pinta bien para los Rangers en 2025.
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Juego 1 ... otra vez
La SCLN de 1982 enfrentó a los Bravos contra los Cardenales, y el Juego 1 tuvo una peculiaridad importante: se jugó dos veces. Bueno, no exactamente. Pero algo así.
El primer intento del Juego 1 en el Busch Stadium tenía a los Bravos ganando 1-0 en el quinto inning cuando la lluvia provocó que el juego se pospusiera antes de que fuera oficial. En esos días, las reglas sólo permitían que un juego de postemporada fuera suspendido y reanudado más tarde si el encuentro ya era oficial. Como este no lo era, el juego fue “borrado” y los Bravos y los Cardenales hicieron un segundo intento del Juego 1 al día siguiente. San Luis ganó ese 7-0, la primera victoria en una barrida de tres duelos que los llevó eventualmente a ganar la Serie Mundial unos días después.
MLB cambió las reglas para las cancelaciones por lluvia en la postemporada en 2009. Así que si esas circunstancias del Juego 1 hubieran ocurrido hoy, el primer intento se habría reanudado al día siguiente en el punto en que se detuvo, es decir, en la parte baja de la quinta con Atlanta ganando, incluso aunque no fuera un juego oficial aún. Los fanáticos de los Bravos siempre se preguntarán sobre esta realidad alterna.
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¿Un toque de sacrificio para dejar en el terreno al rival?
Ha habido decenas de hits de oro en la postemporada. También ha habido un boleto para dejar en el terreno al rival (una vez) y un wild pitch de oro (dos veces). Pero, ¿qué tal un toque de sacrificio para llevarse la victoria? Aunque no lo creas, eso ha ocurrido cuatro veces.
La última vez fue en el Juego 3 de la SCLN del 2014 entre los Gigantes y los Cardenales, cuando el venezolano Grégor Blanco de San Francisco ejecutó un toque de sacrificio para avanzar a un corredor, y el lanzador de San Luis, Randy Choate, cometió un error en el tiro a primera base, lo que permitió que la carrera de la victoria anotara para los Gigantes. Así que, técnicamente, sí, se registró como un toque de sacrificio de oro. Las otras tres veces en que ha ocurrido un toque de sacrificio para ganar en la postemporada también fueron resultado de errores en tiro a primera.
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Aquel triple play
En la historia de la postemporada se han convertido casi 3,000 doble plays, pero el triple play ha sido excepcionalmente raro. En 124 años de béisbol de playoffs en la Era Moderna, ha habido exactamente una jugada de tres outs. La realizó, sin asistencia, el segunda base de Cleveland, Bill Wambsganss, en el quinto inning del Juego 5 de la Serie Mundial de 1920 contra los Brooklyn Robins. Para ponerlo en perspectiva, de las más de 1,700 veces en la historia de la postemporada en que un equipo podría haber necesitado un triple play para salir de un apuro, solo ese equipo de Cleveland en 1920 lo logró.
Todas esas interferencias de los catchers
La interferencia del receptor ha hecho un gran regreso en la postemporada en los últimos 15 años. Considera esto: no hubo casos de interferencia del catcher en los playoffs o la Serie Mundial entre 1985 y 2008. Pero desde 2009, ha habido 14 casos, probablemente debido a los cambios en las filosofías sobre cómo los caretas se colocan y reciben la pelota.
El caso más reciente ocurrió en el Juego 1 de la SDLN del 2023 entre los Filis y los Bravos, cuando el receptor de Atlanta, Sean Murphy, fue sancionado por interferir en el swing del bateador de Filadelfia, J.T. Realmuto, en la octava entrada.
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Lloyd McClendon, héroe poco conocido de la postemporada
Este dato no es tan raro como simplemente buena trivia. Pero sigue siendo algo curioso. Porque si te pidieran nombrar al jugador con el promedio de bateo y porcentaje de embasado más alto en una sola serie de postemporada, probablemente Lloyd McClendon no estaría entre tus primeros 50 nombres.
McClendon bateó .244 de por vida, pero el utility de los Piratas y futuro mánager tuvo una postemporada legendaria en 1992. En la SCLN contra los Bravos, McClendon bateó para .727 con un OBP de .750. Ambos registros son los más altos de todos los tiempos para un jugador con al menos 16 visitas al plato en una sola serie de playoffs. McClendon conectó ocho hits en cinco juegos, incluyendo un jonrón y dos dobles, y recibió cuatro boletos.
El exclusivo club del cumpleañero jonroneando en la SM
De los 35 jugadores de la Era Moderna que han tenido al menos una aparición en el plato en la Serie Mundial el día de su cumpleaños, solo uno ha dado un jonrón, y lo hizo dos veces en el mismo juego.
Ese hombre fue el primera base de los Reales, Willie Aikens, quien pegó dos bambinazos en su 26to cumpleaños en el Juego 1 de la Serie Mundial de 1980 contra los Filis. Esos batazos fueron solo el comienzo de una gran Serie Mundial para Aikens, quien también dio dos bambinazos en el Juego 4 y terminó la serie con un promedio de .400 y un OPS de 1.638.
En general, en la historia de la postemporada, cuatro jugadores han dado un cuadrangular el día de su cumpleaños. El más reciente fue Bryce Harper, quien conectó un cuadrangular solitario en su 31er cumpleaños en el Juego 1 de la SCLN del 2023.
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Ser el último out de la Serie Mundial dos veces
Ningún jugador quiere ser el último out de la Serie Mundial. Incluso si ocurre sin presión, con el juego ya decidido, ese último out aparecerá en los resúmenes durante décadas, recordando a todos tu papel en ese duelo final.
Por eso, probablemente sea algo bueno que el receptor de los Tigres, Charles “Boss” Schmidt, jugara antes de la llegada de la televisión, porque es el único jugador en la historia que ha sido el último out del Clásico de Otoño dos veces. Y peor aún, sucedió en temporadas consecutivas.
La primera vez fue en 1907, cuando los Tigres de Schmidt jugaron contra los Cachorros. En el noveno inning, con dos outs y un corredor en primera, Schmidt —representando la carrera del empate— dio un fly al campocorto, sellando la victoria 2-0 de los Cachorros y dándoles el título. La siguiente temporada, mientras los Tigres enfrentaban nuevamente a los Cachorros, Schmidt terminó el decisivo Juego 5 con otro elevado, esta vez al receptor, y Chicago repitió como campeón.
Schmidt y los Tigres volvieron a llegar a la Serie Mundial en 1909, pero esta vez perdieron ante los Piratas. Aunque en esta ocasión Schmidt no fue el último out, estuvo a punto: él estaba en el círculo de espera cuando terminó la serie.
El equipo con más victorias se quedó fuera de los playoffs
Los Rojos de 1981 no son conocidos por lo que hicieron en la postemporada, sino por algo que no hicieron: jugar. Es decir, se quedaron fuera de los playoffs ese año, a pesar de tener el mejor récord de todo el béisbol.
La huelga de jugadores de 1981 llevó a una estructura de temporada única, que consistió en dos mitades, con los equipos que terminaron en primer lugar en cada mitad enfrentándose en una Serie Divisional para determinar quién jugaría en la Serie de Campeonato. Pero eso creó una peculiaridad inesperada: los Rojos tuvieron el mejor récord de las Mayores en la temporada completa —y fueron el único equipo con un porcentaje de victorias superior a .600— pero no ganaron su división en ninguna de las dos mitades. Así que Cincinnati tuvo que ver los playoffs desde casa, siendo la única vez en la historia de las Grandes Ligas en que el club con más victorias se quedó fuera de octubre. Pero los Rojos al menos tuvieron compañía.
Los Cardenales también tuvieron el mejor récord en su división a lo largo de la temporada completa, pero tampoco ganaron ninguna de las dos mitades. Así que, en un año ya de por sí único, no uno, sino dos de los mejores equipos de la Liga Nacional ni siquiera entraron a la fiesta de octubre.