Lovullo explica la falta que ha hecho Geraldo Perdomo en Arizona

PHOENIX -- Después de empezar su rehabilitación en las instalaciones de los Diamondbacks en el Salt River Fields de Scottsdale, Arizona tras ser operado por una rotura en el menisco de la rodilla derecha el mes pasado, al torpedero de los Diamondbacks, Geraldo Perdomo, se le vio este fin de semana en el mismo Chase Field realizando prácticas de bateo normales y fildeando rodados.

El dominicano fue parte íntegra de un equipo de Arizona que alcanzó al Serie Mundial del 2023. Sin embargo, se ha ausentado tras jugar apenas siete partidos de la presente temporada tras sufrir la lesión en la rodilla. Su calidad en el terreno de juego hace falta – los paracortos de los Diamondbacks llegaron al domingo con promedio de .242 y slugging de.382 – pero según el manager Torey Lovullo, son su personalidad eléctrica y su forma de manejar el cuadro interior a la defensa lo que más ha echado de menos el equipo.

“Su habilidad de conectarse con los demás muchachos”, dijo Lovullo al tocar el tema. “Su forma de jugar sin miedo a la defensa. A nivel ofensivo, sus turnos de calidad. En sentido general, su forma de ser y sus dotes de líder”.

A sus 23 años y tras un 2022 para el olvido, Perdomo fue convocado al Juego de Estrellas del año pasado, haciendo una combinación de lujo para las doble-matanzas con su compatriota en la segunda base, Ketel Marte. Conectó un par de jonrones cruciales en la postemporada, terminando de establecerse como el campocorto de los próximos años del equipo del desierto.

Ahora, Lovullo estima que Perdomo está a “un par de semanas” de volver a la acción. Y parte del proceso es volver al Chase Field y unirse con sus compañeros de equipo.

“Es bueno verlo, observar qué está haciendo y tenerlo cerca. Continúa trabajando y progresando”, expresó el capataz. “Él es el capitán del cuadro interior. Maneja las cosas en el infield, asegurándose de que todos estén en el lugar correcto en el momento indicado. Cuando algo pasa (en el cuadro interior), voy a él exclusivamente para hablar de las cosas, sea su culpa o no. Y él acepta esa responsabilidad. Se hace responsable de lo que hace, como todos. Él hace eso muy bien. Sabe lo que queremos”.