Los mejores jugadores cubanos de posición
Cuba tiene una rica historia de jugadores de posición en las Mayores, con estrellas como Jorge Soler de los Reales y el cuarteto en los Medias Blancas conformado por Luis Robert, Yasmani Grandal, José Abreu y Yoán Moncada, brillando en la actualidad.
Los cinco jugadores mencionados a continuación ayudaron a dar a conocer a Cuba como una fuente de talento, estableciéndose como los mejores en la historia.
1) Tany Pérez (1964-86)
Logros: Miembro del Salón de la fama, siete Juegos de Estrellas, dos veces campeón de la Serie Mundial
Uno de los jugadores más queridos en la historia de los Rojos y un pilar de la Gran Maquinaria Roja, Pérez promedió 26 jonrones y 103 impulsadas por temporada entre 1967-1976, ganándose siete convocatorias al Juego de Estrellas y dejando un OPS de .838 (133 de OPS+) durante ese período, que culminó con Cincinnati ganando dos Serie Mundiales seguidas (1975 y 1976).
Pérez después se movió a Montreal, Boston y Filadelfia, antes de regresar a los Rojos para sus últimas tres temporadas. En el 2000, Pérez se convirtió en primer jugador nacido en Cuba en ser exaltado al Salón de la Fama.
2) José Canseco (1985-2001)
Logros: Primer miembro del club de los 40-40, Jugador Más Valioso de la Americana en 1988 y dos veces ganador de la Serie Mundial
Aunque las nuevas generaciones lo recuerden más por el libro que publicó sobre el uso de los esteroides en las Mayores, Canseco fue una de las estrellas más grandes de la década de 1980. Fue uno de los “Bash Brothers” junto a Mark McGwire, y ayudó a los Atléticos a alcanzar la Serie Mundial en tres años seguidos (1988-1990), ganando el título en 1990.
El patrullero fue reconocido como el JMV de la Americana en 1988 luego de convertirse en el primer miembro del club de los 40 jonrones y 40 bases robadas. Aunque terminó su carrera pasando por varios equipos, siguió siendo una potencia en el plato, empalmando 186 cuadrangulares con un OPS de .898 entre 1994-1999.
3) Rafael Palmeiro (1986-2005)
Logros: Miembro del club de los 3,000 hits y 500 jonrones, cuatro Juegos de Estrellas
A Palmeiro le tomó tiempo conseguir su poder al bate, pero cuando finalmente lo hizo, fue uno de los cañoneros más consistentes. Cuatro veces convocado al Juego de Estrellas, el inicialista dio al menos 37 cuadrangulares e impulsó 104 carreras en 10 de 11 temporadas entre 1993-2003, y pudo haberlo hecho también en 1994, si no hubiese sido por la huelga que interrumpió la campaña.
La carrera de Palmeiro terminó poco después de dar positivo por el uso de sustancias prohibidas en el 2005. Pero antes de eso, se convirtió en el cuarto ligamayorista en alcanzar 500 cuadrangulares y 3,000 imparables. Palmeiro terminó con 569 bambinazos, tercera mayor cantidad entre los latinoamericanos, y líder entre los cubanos.
4) Tony Oliva (1962-76)
Logros: 8 Juegos de Estrellas, 3 coronas de bateo, Novato del Año de la Americana en 1964
Oliva no consiguió su ritmo en las Mayores hasta sus 25 años, y luego vio su producción decaer a mediados de sus 30, y tuvo que retirarse por problemas de rodilla luego de su temporada con 37 años. Pero en su mejor momento, el jardinero fue uno de los jugadores más valiosos del béisbol.
Oliva fue convocado a cada Juego de Estrella entre 1964-1971, período en el que fue reconocido como Novato del Año, ganó tres títulos de bateo y tuvo promedio de .313 con 177 jonrones y OPS de .867 (140 de OPS+). Tuvo 42.3 de WAR (Victorias por Encima del Reemplazo, por sus siglas en inglés) en esos ocho años, posicionándose como noveno en ese período, detrás de siete futuros Miembros del Salón de la Fama y el siete veces todoestrella Dick Allen. Oliva disputó toda su carrera con los Mellizos, quienes retiraron su número 6 en 1991.
5) Minnie Miñoso (1949, 1951-1964, 1976, 1980)
Logros: 9 Juegos de Estrellas, 3 Guantes de Oro, jugó en cinco décadas
Tras un breve paso por las Ligas Negras, Miñoso hizo su debut en las Mayores con los Indios en 1949, convirtiéndose en el primer jugador negro cubano en las Mayores. Pero su carrera no despegó hasta que fue cambiado a los Medias Blancas en 1951. Miñoso brilló en Chicago, convirtiéndose en uno de los jugadores más dinámicos en el béisbol. Tuvo línea de .303/.392/.468 entre 1952-1961, con promedio de 17 jonrones, 90 impulsadas, 97 anotadas y 16 robos en ese período, en el que ganó tres Guantes de Oro.
Luego de jugar a sus 40 años en México, Miñoso regresó a los Medias Blancas para disputar tres juegos con 50 años en 1976 y dos más en 1980, logrando aparecer en Grandes Ligas en cinco décadas.