¿De cabeza contra la malla? Esta podría ser la jugada más loca del 2024
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Los Azulejos presentaron una alineación extremadamente inexperta en el juego del domingo contra los Mellizos. De los nueve titulares, sólo dos habían jugado al menos 100 juegos en las Grandes Ligas. Pero ser inexperto no equivale a no estar preparado.
Esa lección proviene de uno de esos siete novatos, el segunda base panameño de 23 años, Leo Jiménez, quien hizo una de las jugadas más locas -- ¿arriesgada? -- que jamás verás al tomar un elevado de foul.
En el cuarto inning del último juego de la serie en Minnesota, Jiménez recorrió 100 pies para seguir un elevado de Max Kepler, logrando atraparlo en la malla antes de caer de cabeza en las gradas.
Pero eso no es todo.
Con Jiménez aún atrapado en la red, el jardinero derecho Addison Barger le quitó la pelota del guante e hizo un tiro preciso al plato que llegó antes que el notablemente veloz Austin Martin. (Martin, quien estaba en segunda base al inicio de la jugada, finalmente fue enviado a tercera base, ya que Jiménez hizo la atrapada y cayó en una zona fuera de juego.)
Horwitz, quien estaba justo frente al lugar donde Jiménez se estrelló contra la red, tuvo la mejor vista de todos en el Target Field.
“Estábamos corriendo hacia la pelota, y sabía que estábamos cerca de la pared”, dijo Horwitz. “Pensé, ‘Voy a chocar contra la pared,’ y luego lo escucho decir, ‘¡La tengo! ¡La tengo!’ Así que me hice a un lado y él pasa volando junto a mí, salta contra la pared, se mete en la malla y luego la malla cedió, porque estábamos justo al lado de la puerta. Barger está justo ahí y le dije, ‘¡Agarra la pelota! ¡Agarra la pelota!’ porque sabía que había un corredor en base”.
Mientras tanto, los trainers del equipo corrían por el terreno para revisar a Jiménez, quien yacía de espaldas entre las filas de asientos contra las que se estrelló.
“Lo veo ahí tirado y estaba como muy quieto”, contó Horwitz sobre Jiménez, quien no estuvo disponible para hacer comentarios después del juego. “Entonces le digo, ‘¡Leo, estás bien! ¡Estás bien, quédate aquí, ya viene el trainer!’”
El manager de los Azulejos, John Schneider, se unió al personal médico para evaluar a Jiménez en el terreno.
“Sólo queríamos asegurarnos de que estuviera bien de la cabeza, que no estuviera mareado ni nada, y asegurarnos de que pudiera mantenerse en pie”, explicó Schneider. “Me encantó que se quedara en el juego, y me encantó el esfuerzo que mostró.”
Y miren este desenlace: después de ser revisado por el personal médico, Jiménez, habiéndose dado un golpe significativo, hizo el último out de la entrada. Porque la grandeza nunca duerme, ¿verdad?