¡¿Un contrato multianual para un jugador de 47 años?!
This browser does not support the video element.
En esta época, sería algo difícil de creer: Un jugador de posición de más de 45 años… ¿firmando un contrato multianual?
Son muy pocos los que, al parecer, pueden mejorar su rendimiento mientras casi la mayoría de sus contemporáneos ya están retirados. No es cualquiera el jugador capaz de dar jonrones contra lanzadores que podrían sus hijos. No todo el mundo puede ser Julio César Franco.
En el año 2005, el toletero dominicano, ya con 47 años de edad, firmó un acuerdo de dos temporadas con los Mets de Nueva York. Sí, a apenas unos dos años del medio siglo de vida y dos años antes de que se convirtiera en un raro caso de jugador activo que a la vez era abuelo, Franco todavía vestía un uniforme de Grandes Ligas. El hombre que jugó con Pete Rose y Tug McGraw ahora sería compañero de David Wright y su compatriota José Reyes, dos estrellas que ni siquiera habían nacido cuando Franco hizo su debut de Grandes Ligas en 1982.
“Conozco a Julio desde hace mucho tiempo”, dijo entonces el gerente general de los Mets, el quisqueyano Omar Minaya, quien también era menor que Franco. “Ha puesto muy buenos números a lo largo de los años”.
Sí, el hombre definitivamente había puesto tremendos números.
Franco ya tenía 20 campañas de experiencia en la Gran Carpa. Había disputado 2,377 partidos y sumado 2,521 hits. Había ganado un título de bateo en 1991, asistido tres veces al Juego de Estrellas, ganado cinco Bates de Plata y logrado una línea vitalicia de .299/.366/.419. Y eso no incluye sus exitosas estadías en Corea del Sur, Japón y la Liga Mexicana (bateó .423 y .437 durante dos temporadas separadas en México poco después de cumplir los 40 años), además de sus inviernos en la Liga Dominicana E impresionantemente, mantuvo esa consistencia en Atlanta, ligando para .292/.365/.428 entre el 2001 y el 2005 con los Bravos.
La longevidad de Franco se debía principalmente a su impecable estado físico, que había logrado gracias a que iba al gimnasio después de cada juego. Una vez, el lanzador Collin McHugh le preguntó si realmente iba todos los días al gimnasio, y Franco le respondió sacudiendo la cabeza: “¿Tú comes todos los días?”.
Aunque la carrera del eterno toletero finalmente comenzó a decaer después de firmar con los Mets, Franco logró algunos hitos importantes en Nueva York. Se convirtió en parte del dúo que se combinó para producir el cuadrangular del bateador de más edad ante el lanzador de más edad cuando mandó este pitcheo de Randy Johnson a la piscina del estadio de los D-backs.
This browser does not support the video element.
Se ganó la distinción de jugador de más edad en conectar un vuelacercas con este bambinazo ante los Padres en abril del 2006.
This browser does not support the video element.
Y también se convirtió en el jugador más viejo en robarse una base a los 48 años durante un partido en el 2007. Además, tiene las marcas de jugador de mayor edad en anotar una carrera como corredor emergente, batear un grand slam y básicamente cualquier otro récord relacionado con la longevidad del que puedan pensar.
Franco, ya con 49 años, fue dejado en libertad por los Mets y firmado por los Bravos en julio del 2007, poniéndole fin a su carrera con un sencillo impulsor. No podía ser de otra forma.
This browser does not support the video element.
Aunque ningún equipo de MLB lo contrató después del 2007, Franco siguió buscando oportunidades para jugar en otras latitudes. Regresó a la Liga Mexicana en el 2008, fue coach varios años con los Mets y también dirigió en Venezuela. Luego, volvió a jugar en el 2014 con los ahora desaparecidos Fort Worth Cats y más adelante con un conjunto de una liga independiente en Japón llamados los Ishikawa Million Stars. Actualmente, es parte del cuerpo técnico de los Lotte Giants de la KBO en Corea del Sur, y sigue mostrando su inconfundible forma de pararse y swing por los que siempre será recordado.