Urquidy, el latino con más victorias en la SM
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Una efectiva labor como relevista en el momento preciso, justo antes de que los Astros tomaran una ventaja que no perderían más en la victoria por 9-5 del Juego 5 sobre los Bravos la noche del domingo en el Truist Park de Atlanta, metió al mexicano José Luis Urquidy en el libro de récords de la Serie Mundial.
Con su trabajo de un inning en blanco en la parte baja del cuarto inning, que precedió al ataque de tres rayitas de Houston en la primera mitad del quinto, Urquidy ganó su tercer juego de Serie Mundial y se convirtió en lanzador nacido en Latinoamérica con más triunfos en la historia del Clásico Otoñal.
Urquidy, que ganó por primera vez en estas lides con los Astros ante los Nacionales en la Serie Mundial del 2019 y volvió a salir vencedor en el Juego 2 ante Atlanta la semana pasada en Houston gracias a una labor de cinco innings y dos anotaciones, estaba igualado con dos victorias cada uno con los cubanos Luis Tiant, Orlando Hernández, Liván Hernández y Miguel Cuéllar, los dominicanos Joaquín Andújar y José Rijo, el puertorriqueño J.C. Romero y el panameño Mariano Rivera.
Urquidy es, además, el sexto lanzador latinoamericano en ganar dos encuentros en la misma Serie Mundial, algo que ya habían logrado Tiant (Medias Rojas, 1975), Andújar (Cardenales, 1982), Rijo (Rojos, 1990), Liván Hernández (Marlins, 1997) y J.C. Romero (Filis, 2008).
El derecho de 26 años es el primer pitcher que gana un juego como abridor y otro como relevista en el mismo Clásico Otoñal desde que Randy Johnson lo hiciera para los D-backs en el 2001, de acuerdo con STATS Inc.
El pitcher con más juegos ganados en Series Mundiales, sin importar su lugar de nacimiento, es Whitey Ford con 10, todos para los Yankees entre 1950 y 1962.
En una situación de vida o muerte para los Astros y con los Bravos a una victoria de coronarse, Urquidy entró a lanzar el domingo sustituyendo al dominicano Yimi García y Atlanta arriba por 5-4. Atlanta había picado adelante 4-0 en el primero con un grand slam de Adam Duvall en el primer inning y, tras racimos de dos de Houston en el segundo y el tercero, un jonrón de Freddie Freeman los había puesto de nuevo al mando.
Determinado a detener a los Bravos a como diera lugar, el manager Dusty Baker le entregó la pelota a Urquidy. Tras haber abierto el Juego 2, el de Mazatlán hubiese llegado al Juego 6 con los días descanso para volver a abrir. Pero para llegar hasta allá, Houston tenía primero que ganar el domingo.
Urquidy fue recibido por un sencillo de Travis d’Arnaud, pero enseguida retiró en fila a Dansby Swanson con un elevado elevado al central, a A.J. Minter con un globito en intento de toque a las manos del receptor puertorriqueño Martín Maldonado y al cubano Jorge Soler con un rodado por segunda con el que forzaron a d’Arnaud en la intermedia.
Así, Urquidy dejó todo servido para que sus compañeros voltearan la pizarra a los pocos minutos y -- también con la ayuda del resto de los relevistas de los Astros que silenciaron a Atlanta el resto del encuentro -- lo ayudaran a hacer historia en las Series Mundiales.