José Ramírez ha sido toda una revelación para los Indios del 2016
BOSTON -- Con cinco pies y nueve pulgadas de estatura y unas 180 libras, José Ramírez no es el jugador más corpulento del mundo. Y jugando con los Indios en apenas su primera temporada completa de Grandes Ligas, tampoco es el más famoso.
Sin embargo, el valor que ha traído el joven dominicano a la Tribu ha sido enorme, sobre todo cuando se toma en cuenta que Michael Brantley no llegó a jugar un solo inning por Cleveland en el 2016 debido a una lesión en el hombro derecho.
"Hizo que la ausencia de Brantley fuera menos dolorosa", dijo acerca de Ramírez el manager de los Indios, Terry Francona. "Era nuestro tercer bate, candidato a JMV. Es una baja dura y nos dijimos, '¿Cómo vamos a anotar sin este muchacho?' Pero José, en cierto sentido, absorbió los turnos de él. No son turnos exactamente idénticos, pero hizo un gran trabajo",
Efectivamente, Ramírez jugó mucho en el jardín izquierdo en la primera mitad de la campaña regular, esencialmente sustituyendo a Brantley. Pero cuando los Indios decidieron cortar vínculos con el compatriota de Ramírez, Juan Uribe, el oriundo de Baní se hizo cargo de la tercera base y ha rendido tanto con el guante como al bate.
"José no sólo ayudó ante la ausencia de Michael, sino también nos hizo saber que tenemos otro jugador de todos los días, uno muy bueno", expresó Francona. "Aspiras a eso cuando alguien recibe una oportunidad y creo que él lo llevó a un extremo. Es un jugador muy bueno".
Los números ofensivos de la campaña regular son impresionantes. En 152 juegos y 618 visitas al plato, el bateador ambidextro de 24 años tuvo promedio de .312, OPS (porcentaje de embasarse más slugging) de .825, 46 dobles (segundo en la Liga Americana), 11 jonrones, 76 empujadas, 84 anotadas y 22 bases robadas.
Aparte de dichas cifras, Ramírez ha demostrado un bateo sumamente oportuno. Registró .346 con corredores en circulación (4to mejor en la Americana) y .355 con corredores en posición de anotar (empatado en el 5to lugar del Joven Circuito), además de .366 en corredores en posición de anotar y dos outs.
En lo que va de la postemporada, Ramírez ha seguido el ritmo, bateando de 7-4 (.571) en los primeros dos choques de la Serie Divisonal de los Indios contra los Medias Rojas, con un doble y dos anotadas.
"Gracias a Dios (los batazos) están saliendo con éxito", dijo Ramírez acerca de su bateo oportuno. "En los momentos importantes he puesto la bola en juego y esos batazos han salido de hit".
Ramírez se ve mucho más cómodo hablando de las hazañas colectivas de la Tribu que de sus propios logros individuales, sobre todo con Cleveland a ley de una victoria de eliminar a Boston y avanzar a la Serie de Campeonato de la Liga Americana.
"Nosotros somos un equipo que estamos unidos y estamos todo el mundo ayudándonos en lo que podamos", dijo Ramírez acerca de los Indios del 2016. "De eso se trata, siempre jugar una buena pelota en conjunto".
Y para Francona, una pieza crucial de esa dinámica colectiva ha sido Ramírez, versátil a la defensa y bien activo con el madero.
"Nos ha brindado un impulso tan grande como cualquier otro en el equipo", dijo el capataz.