Affeldt lanzó sin poder ver bien en la SM del 2014
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De por sí, la presión de ingresar a un Juego 7 de la Serie Mundial es inmensa, pero imaginen hacerlo cuando apenas puedes ver el montículo.
Ése fue el reto que tuvo que enfrentar al lanzador de los Gigantes en ese momento, Jeremy Affeldt, cuando fue llamado para relevar al abridor Tim Hudson en el memorable juego 7 de la Serie Mundial del 2014. Affeldt hizo el trabajo, lanzando 2.1 entradas en blanco e incrementando su marca personal a 22 presentaciones de postemporada en fila sin permitir carreras, antes de entregarle la bola a Madison Bumgarner para su histórico salvamento de cinco innings. Pero un medicamento que estaba consumiendo Affeldt en ese momento le causó la formación de una burbuja detrás de uno de sus ojos, afectando su vista al momento de subirse a la loma de Kansas City.
“No podía ver. Apuesto que no lo sabías”, reveló Affeldt al diario San Francisco Chronicle. “Tenía un problema en el ojo. Estaba tratando de resolverlo… por alguna razón un ojo estaba captando lo que estaba cerca, el otro lo que estaba lejos y la imagen no se estaba uniendo. “Era como ver en 3D; las cosas saltaban hacia mí. Sentí que estaba mirando a través de un vaso de agua. Los colores eran diferentes de un ojo a otro.
“Estaba viendo dos [receptores] Buster [Posey],” dijo Affeldt. “Lo veía en 3D. No sé si Buster estaba muy lejos o muy cerca”.
Affeldt, quien salió con la victoria en aquel partido, reconoció que convenció a Posey de no decirle nada al manager Bruce Bochy ni al coach de pitcheo Dave Righetti sobre el inconveniente. Affeldt llegó y retiró al jardinero de los Reales Norichika Aoki para detener un rally con el juego empatado 2-2. Luego, produjo una doble matanza en la tercera y otro en la cuarta entrada, antes de cederle el paso a Bumgarner.
¿Debió decirle a su manager que no podía ver? Bueno, Bochy parece haber estado satisfecho mientras levantaba el trofeo de campeón.
“Ganamos y luego Bochy se me acercó en el avión y me dijo: ‘¿No podías ver? Tal vez debas lanzar cada vez que estés ciego; tiraste más strikes de lo normal’”, recuerda Affeldt. “Todos comenzamos a reír”.