Jefe del Salón contento con presencia latina
COOPERSTOWN, Nueva York -- La ceremonia de exaltación del Salón de la Fama en Cooperstown es algo diferente este año, empezando con la fecha. Normalmente celebrado a finales de julio, el evento es este miércoles y entran al Salón los que fueron elegidos en el período 2019-20, año en que la ceremonia fue postergada por la pandemia de COVID-19: Derek Jeter, Larry Walker, Ted Simmons y Marvin Miller (este último de manera póstuma).
Además de la fecha, otra novedad es un nuevo presidente del Salón, Josh Rawitch, quien sucedió el mes pasado a Jeff Idleson, quien había vuelto al cargo de manera interina durante la primavera.
Rawitch, exejecutivo de los Dodgers y los Diamondbacks con 27 años de experiencia en múltiples aspectos del negocio del béisbol, trae una enorme cantidad de vivencia en el plano internacional. Eso incluye amplios recorridos personales y profesionales por América Latina y el Caribe, donde en calidad de reportero y luego ejecutivo de equipos y de MLB tuvo protagonismo de alto nivel en eventos de la talla del Clásico Mundial de Béisbol y la Serie del Caribe.
Con su sólido dominio del idioma español y su historial en el béisbol en sentido general, Rawitch está bien consciente de la ola de calidad latinoamericana que ha llegado al Salón en la última década—y el rico talento que va en camino a Cooperstown en los próximos años.
“Desde un punto de vista personal, me emociona pensar en las posibilidades de quiénes podrían venir a Cooperstown en los años por venir”, dijo al respecto Rawitch en conversación con MLB.com. “El impacto que los jugadores latinoamericanos han causado durante décadas es bien documentado e increíblemente impresionante.
“Obviamente, son muchos que han empezado a llegar a la galería de placas y va a haber más y más. Es algo bien bueno en qué pensar y algo bien merecido”.
Efectivamente, en la última década, han sido elegidos al Salón el puertorriqueño Roberto Alomar (2011), el dominicano Pedro Martínez (2015), el boricua Iván Rodríguez (2017), el quisqueyano Vladimir Guerrero (2018), el puertorriqueño Edgar Martínez (2019) y el panameño Mariano Rivera (2019). Ellos acompañan ahora mismo al puertorriqueño Roberto Clemente (1973), al dominicano Juan Marichal (1983), al venezolano Luis Aparicio (1984), al panameño Rodney Carew (1991), al boricua Orlando “Peruchín” Cepeda y al cubano Atanasio “Tany” Pérez en la época post integración del beisbol.
En un futuro cercano, ha sido y parece que será siendo cuesta arriba en la boleta de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) para figuras como el dominicano Sammy Sosa y su compatriota Manny Ramírez, además del venezolano Omar Vizquel y su compatriota Bobby Abreu. Pero el quisqueyano David Ortiz, el puertorriqueño Carlos Beltrán (si no se ve afectado por el escándalo de robo de señas), el dominicano Adrián Beltré, su compatriota Albert Pujols, el venezolano Miguel Cabrera y el boricua Yadier Molina son sólo algunos de los nombres que se verán pronto con buenas posibilidades de recibir el mínimo del 75% de las votaciones para ser elegidos.
PRESENCIA LATINA EN EL PUEBLO DE COOPERSTOWN
En esta última década de nuevas placas en el Salón para exestelares latinoamericanos, la presencia de la fanaticada de sus países se ha notado de manera contundente. Banderas dominicanas, puertorriqueñas y panameñas se han visto en cantidades entre el público que se junta en el área frente al escenario del Clark Sports Center de Cooperstown, donde se realizan los discursos de exaltación.
Y en la calle denominada Main Street, donde existe un sinnúmero de tiendas de souvenirs y objetos únicos que conmemoran la rica historia del béisbol, se escucha mucho español entre los que han hecho el viaje para presenciar la exaltación de sus compatriotas.
“Eso agrega algo bien especial al fin de semana de exaltación cuando sucede”, comentó Rawitch, quien lo vio en persona por vez primera con Martínez en el 2015, cuando manejaba las actividades de prensa de la exaltación de Randy Johnson como ejecutivo de los Diamondbacks. “El béisbol es mejor cuando involucra todos los países que lo componen. Es un juego global, un deporte global.
“Cuando ves a los fans de los diferentes países venir a un pequeño pueblo como Cooperstown y experimentar lo que es un fin de semana de exaltación, no hay manera de describir el valor de eso. No tiene precio recorrer Main Street y escuchar a la gente hablando múltiples idiomas”.
VIVA BASEBALL Y SALÓN DE PLACAS: VIENE MÁS
La exhibición “Viva Baseball” del Salón de la Fama celebra la historia del béisbol latinoamericano, desde los aportes de los jugadores de dichos países en las Grandes Ligas hasta los orígenes y los grandes momentos de los circuitos invernales y veraniegos de sus naciones.
Esos elementos van en ascenso en estadios de las Mayores. Y con dicho crecimiento en el terreno de juego, de manera paralela aumentará la proyección latinoamericana en el museo del Salón de la Fama.
“La exhibición ‘Viva Baseball’ es increíble”, manifestó Rawitch. “Mientras más jugadores continúen llegando a esa exhibición, más aprenderás sobre el impacto que han hecho en el juego”.
Esta semana, los exaltados son personas nacidas los Estados Unidos, o en el caso de Walker, Canadá. En particular, Jeter ha sido el enfoque de la fanaticada latinoamericana, por su popularidad como “Capitán” de unos Yankees que ganaron cinco Series Mundiales entre 1996 y el 2009.
“Es emocionante ver cómo el juego ha evolucionado hasta ser tan global como lo es ahora”, dijo Rawitch. “Pero de muchas maneras, el béisbol es la mayor meritocracia. Hay una sola manera de llegar hasta donde Larry Walker, Derek Jeter, Ted Simmons y Marvin Miller han llegado, y eso es estar entre los mejores del mundo en lo que haces.
“Demuestra que no importa dónde hayas crecido. Si eres uno de los mejores de los mejores, tu trayectoria tiene posibilidades de terminar aquí”.