Impresiona Oviedo en campamento de S.L.

SAN LUIS – Cuando el derecho Johan Oviedo volvió a su casa en La Habana durante la pausa por la pandemia del coronavirus, no sabía cuánto tiempo estaría allí. Tampoco sabía si podría volver a los Estados Unidos, debido a la situación del COVID-19.

Lo que el cubano sí sabía es que tenía que seguir preparado para una temporada del 2020. Utilizando equipos de entrenamiento en el techo de su casa, Oviedo continuó tirando con la ayuda de su padre, Lázaro, quien puso una zona de strike con una manta. De esa manera, el diestro realizó sus improvisadas sesiones del bullpen y afinó sus pitcheos, en particular un slider que le dio problemas cuando subió a Doble-A Springfield el año pasado.

Oviedo causó una buena impresión en los entrenamientos de primavera de San Luis este año, hasta el punto de ser incluido en el grupo de 60 jugadores en el Campamento de Verano del equipo en el Busch Stadium. Lo mejorado en Cuba podría ayudarlo a hacer el equipo para el inicio de la campaña regular.

“Sabía que éste iba a ser un año grande para mí”, dijo Oviedo. “Me estaba preparando para esta oportunidad. En mi mente, siempre fue (mi meta) hacer mi debut este año. No sé si va a pasar, pero quiero estar listo si me dan la oportunidad”.

Oviedo, el prospecto número 11 de los Cardenales en la lista de MLB Pipeline, inició el juego interescuadras de San Luis el sábado, frente al dominicano Carlos Martínez. El cubano tiró 2.0 ceros, permitiendo un hit y otorgando una base por bolas al ponchar a tres. Tiró strike con el primer pitcheo ante seis de los siete bateadores que enfrentó, con 23 de sus 34 envíos en la zona de strikes. Oviedo causó una impresión entre los bateadores de San Luis.

“Sus lanzamientos en cambio y rompientes se vieron bien mejorados en comparación con cuando los recibí en los entrenamientos de primavera”, dijo el receptor suplente de los Cardenales, Matt Wieters. “Tiró su slider y su cambio para strike cuando quiso hacerlo”.

Con su buena recta y slider con alta tasa de rotaciones, además de un cambio y una curva, Oviedo se perfila como futuro abridor ante los ojos de la gerencia de San Luis. El joven de 22 años tiene seis pies y cinco pulgadas de estatura, lo cual le brinda una postura imponente en el montículo y le da buena extensión al tirar su bola rápida de 94-98 millas por hora. Oviedo encabezó a los lanzadores de liga menor de los Cardenales en ponches (163) y bases por bolas (73) el año pasado, lo cual refleja la calidad de su material y lo que le falta para dominar el comando de sus lanzamientos. Pero se le elogió por su control mejorado y el acondicionamiento físico con el que llegó a los entrenamientos este año. El sábado, le demostró a la organización de lo que es capaz.

“Se nota que tiene una recta especial”, dijo Wieters.

El manager de San Luis Mike Schildt, ha quedado impresionado con la forma en que Oviedo ha aprendido de los otros lanzadores del equipo.

“Está ahí mismo”, dijo Schildt. “Está mirando. Está aprendiendo. Está creciendo. Sea algo pequeño o un pequeño elemento, se le nota que ha pensado en algo y quiere utilizarlo en parte de su juego. Es una señal de sabiduría en mi mundo cuando estás dispuesto a escuchar a otros, estar abierto a eso y observarlo”.

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