Ichiro Suzuki anunció su retiro como jugador
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TOKIO -- Muchas veces dio la impresión que iba a ser eterno.
Pero en la noche del jueves, un pelotero que definió lo mejor del béisbol en dos continentes durante tres décadas, tomó su último swing.
El gran Ichiro Suzuki dijo “sayonara”. El astro japonés de 45 años anunció su retiro, poco después de despedirse ante sus compatriotas en el Domo de Tokio.
Ichiro fue reemplazado en el jardín derecho en el octavo episodio, pudiendo saludar a sus compatriotas en un estadio que estaba repleto.
"He puesto fin a mi carrera y tomé la decisión de retirarme”, dijo Ichiro en una rueda de prensa tras la victoria 5-4 de sus Marineros de Seattle ante Oakland en 12 innings.
Indicó que su contrato solo cubría los dos partidos en Japón y que había tomado la decisión del retiro antes de su llegada la semana pasada.
“¿Cómo voy a arrepentirme tras la recepción que me han dado hoy?”, acotó. “No pude jugar lo suficientemente bien para ganarme una extensión de contrato”.
Ichiro se fue de 4-0 al bate en su adiós. En su último turno, se presentó con dos outs, un corredor en segunda base y el marcador empatado en el octavo. Bateó un rodado lento al campocorto y, corriendo a toda marcha, fue sacado out con lo justo en primera.
Fue a cubrir su puesto en el jardín derecho para la parte baje del octavo, pero el manager Scott Servais ordenó el cambio. Ichiro se fundió en abrazos con sus compañeros durante una caminata de tres minutos que marcó el final de una ilustre carrera ante unos 45.000 aficionados.
Los fanáticos japoneses se pusieron de pie para corear "Ichiro, Ichiro, Ichiro".
Yusei Kikuchi, el pitcher novato japonés que abrió el juego en su debut en Grandes Ligas, rompió a llorar tras abrazar a Ichiro.
Kikuchi necesitó de un minuto para poder responder a una pregunta sobre el impacto de su compatriota. Y lloró cuando los dos se abrazaron en la caseta al final del juego.
“Desde el comienzo de los entrenamientos de primavera hasta ahora, Ichiro nos estuvo diciendo que era un presente para él jugar en Tokio”, dijo Kikuchi. “Pero para mí, él me dio el mayor presente al poder jugar a su lado”.
Los fanáticos tuvieron una oportunidad más de saludarle cuando regresó al terreno tras el juego y aceptar sus ovaciones.
Ichiro se fue 5-0 en los dos juegos de temporada regular ante los A's en Tokio, y quedó con 3.089 hits en 19 temporadas, segura credencial para el Salón de la Fama. Antes de irse a Norteamérica, bateó 1.278 en nueve campañas en Japón. Su total combinado de 4.367 constituye un récord del béisbol profesional.
Su pretemporada no fue buena, apenas dos hits en 25 turnos. Tampoco conectó imparables en las dos exhibiciones en Tokio ante los Gigantes de Tokio.
“Quería jugar hasta los 50, pero no pude hacerlo”, dijo. “Fue una manera de motivarme y, si no lo hubiera dicho, no creo que hubiera llegado tan lejos”.
Ichiro elogió a sus compatriotas, famosos por ser reservados. No fue así esta noche.
“Siempre he pensado que los japoneses no son de expresarse abiertamente”, dijo. “Pero la experiencia de hoy refutó todo eso”.
“Cuando pueda darle un repaso a mi carrera, sé que voy a recordar este como el día más memorable, sin duda alguna”.