¿Está Luis Arráez a medio camino de terminar bateando .400?

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¿Está Luis Arraez en el punto medio de una temporada de .400?

No, no es tan simple. Pero dependiendo de cómo veas sus números, podrías encontrar el argumento de que el intermedista venezolano de los Marlins – quien será titular en el venidero Juego de Estrellas – está a medio camino, en una trayectoria que podría llevarlo hasta ese aclamado número.

No sólo se trata de que ya llegamos al 50% de la temporada. La pausa del Juego de Estrellas está cerca. Cada equipo superó la marca de 81 juegos disputados, incluyendo a los Marlins, que disputaron su 87mo el martes, un partido en el que Arráez se fue de 4-1 y dejó su promedio en .387.

Aquí, una mirada a cómo podría resultar esto:

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Digamos que Arráez termina la campaña con 600 turnos

Esto, presumiendo una salud casi perfecta. Aunque claro, es mucho más decirlo que hacerlo. Las proyecciones ZiPS de FanGraphs lo tienen terminando el año con 560 turnos (y promedio de .363) para el inicio de la jornada del martes.

De esa manera, un poco de tiempo perdido podría ser beneficioso para el venezolano – no así para las posibilidades de los Marlins de avanzar a la postemporada – presumiendo que sostenga el ritmo en su regreso. Mientras menos turnos tenga, más fácil, en teoría, será mantenerse con un promedio de bateo tan alto (siempre que Arráez alcance el mínimo de 502 turnos para calificar). De ser así, Arráez habría pasado el punto medio ya.

Pero digamos que se mantendrá en la alineación casi todos los días. A esta altura, Arráez promedia casi cuatro turnos exactos por partido como titular cuando batea de primero en el orden, puesto que ha ocupado casi a diario desde el 1ro de junio. (A comienzos de temporada, empezó 34 juegos como tercer bate, seis como cuarto y uno como segundo). Los Marlins tienen 75 partidos restantes en su calendario e intentarán que Arráez esté en su alineación la mayoría del tiempo posible, mientras luchan por un puesto en la postemporada.

Dado su total de 310 turnos actuales, si Arráez inicia 73 de esos choques y se mantiene como primer bate, este ritmo podría llevarlo a 602 turnos. Podemos redondear ese número a 600.

¿Qué se requeriría para agotar 600 turnos?

Esto es bien claro. Si Arráez termina con 600 visitas al plato, entonces 240 imparables le daría exactamente promedio de .400.

Aunque nadie en la historia de las L.A./L.N. ha bateado .400 desde que el legendario Ted Williams lo logró en 1941, una campaña con 240 hits es casi igual de única. En ese mismo trecho, apenas tres jugadores lo han logrado: Ichiro Suzuki en el 2001 y el 2004, Darin Erstad en el 2000 y Wade Boggs en 1985. (Este último terminó con exactamente 240).

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Williams, en su temporada con promedio de .400, sacudió “apenas” 185 hits. ¿Pero cómo? Eso se debe en parte a que la campaña era de 154 encuentros en ese entonces, comparado con los 162 juegos en la actualidad. Pero principalmente ocurrió por la gran disciplina de Williams en el plato, que le ayudó a negociar 147 pasaportes. Arráez es una clase de bateador completamente diferente. Su partido del martes con dos boletos negociados fue sólo su segunda de la temporada y de alguna manera, eso hace de la hazaña de .400 un mayor reto para él.

¿Qué necesita hacer de ahora en adelante?

Probablemente no necesites una calculadora para resolver esto. Si Arráez necesita terminar con 240 imparables para quedar en .400, 120 hits es el punto medio para hacer historia.

Ese 120mo indiscutible llegó en la jornada del martes, una línea por el medio del terreno en la primera entrada contra el abridor de los Cardenales, Adam Wainwright, fijando la mesa para que el dominicano Jesús Sánchez pegara un jonrón de tres carreras en ese mismo primer capítulo.

El camino hacia .400 es largo y sin piedad. Pero si todo sale a favor de Arráez, ya ha superado el 50%.

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