Esta joven australiana ya es comparada con Shohei Ohtani

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THUNDER BAY, Ontario – Genevieve Beacom siempre se ha destacado. Mientras crecía, solía jugar mayormente en los equipos de hombres. Hay un recuerdo que aún tiene presente, cuando en una competencia Sub-12, se enfrentó a un rival que no quería ingresar a la caja de los bateadores. No porque no quería batear ante una niña, sino porque le tenía pavor a su recta.

Recuerdo que estaba llorando, mientras el coach lo empujaba hacia el home, porque yo lanzaba muy duro”, le mencionó Beacom a MLB.com en el reciente Mundial de Béisbol Femenino WBSC disputado en Thunder Bay, Ontario, Canadá. “Definitivamente, es un recuerdo que se mantendrá conmigo por el resto de mi vida”:

¿Se apiadó la zurda del niño? ¿Le quitó unas cuantas millas a su bola rápida? Si crees eso, no conoces a Beacom.

"De cualquier manera iba a lanzar lo más fuerte que pudiera", recordó Beacom riendo.

¿Y cuál fue el resultado?

"Lo ponché", dijo Beacom, con una sonrisa.

Cuando conoces a esta niña prodigio australiana de 18 años, no te das cuenta de que estás hablando con una pionera, una jugadora que algún día podría convertirse en la imagen del béisbol femenino. Tranquila y reservada, la actitud de Beacom fuera del campo oculta la ferocidad que alberga en su brazo izquierdo y que cobra vida cuando se sube al montículo o pisa la caja de bateo.

"Sabía que tenía una oportunidad probablemente en el 2018", comentó Beacom sobre cuándo fue que se dio cuenta de que era bastante buena jugando béisbol. "Recuerdo que estaba lanzando el partido por la medalla de oro para el equipo juvenil femenino en Victoria. En ese juego, sumé 17 ponches. Recuerdo que esa noche me fui a casa y pensé que podía llegar a algún lado con esto".

Y a algún lado ha llegado. Armada con una recta que alcanza la parte media de las 80 millas por hora – la mayoría de las mujeres lanzan, como máximo, en la parte alta de las 70 mph – con una curva venenosa, la espigada adolescente se convirtió en la primera mujer en la Liga Australiana de Béisbol, cuando el manager y ex jugador de Grandes Ligas, Pete Moylan, la añadió al roster de los Ases de Melbourne en el 2022. Beacom también fue parte de los entrenamientos del equipo masculino de Australia Sub-18, antes de la Copa Mundial WBSC Sub-18. Ha causado una gran impresión entre los scouts, debido a sus habilidades, independientemente del género.

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Además de todo eso, Beacom ha vuelto a retomar el bateo, gracias a la insistencia del manager de la selección femenina, Jason Pospishil. Ya está registrando velocidades de salida de sus batazos por los tres dígitos.

“Es algo nuevo para mí”, señaló Beacom. “Dejé de batear por un par de años, y luego Pops me pidió que lo volviera a hacer. Estaba muy emocionada, porque me encanta batear; es muy divertido. Representa una buena pausa para el pitcheo, porque a veces eso se torna aburrido. Pero no, amo batear y espero continuar haciéndolo”.

Eso ha hecho que se le apode la "Ohtani australiana", un apodo que Beacom está más que orgullosa de haberse ganado.

"Me emociona muchísimo", afirmó Beacom. "Es un honor absoluto que me comparen con él. Es increíble, fenomenal. Que me comparen con él en cualquier sentido me causa emoción. Es el mayor cumplido. No puedo creerlo".

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Beacom pareció no tener problemas retomando su ritmo al bate. Aunque fue un torneo difícil tanto para Australia como para Beacom – el país tuvo marca de 2-3 y no avanzará a la fase final del próximo año – la bateadora zurda se enfrentó a algunas de las mejores jugadoras de béisbol femenino. Beacom bateó de 13-4, con unos cuantos elevados profundos que, en otra noche – o con un poco más de suerte – podrían haber sido extrabases.

La joven también tuvo problemas con su control lanzando durante el torneo – su primera salida contra los Estados Unidos se vio interrumpida por un largo retraso por lluvia y la zurda pareció tener un problema en la mano o en los dedos durante su segunda presentación contra Canadá – pero Beacom quedó empatada en el segundo puesto de ponches con ocho, a pesar de haber lanzado sólo 5.1 entradas. (Muéstrame a un joven lanzallamas que no haya tenido problemas de control cuando era una adolescente).

Más que un contratiempo, es simplemente algo que Beacom podrá tener en cuenta para crecer en el futuro. Recientemente, pasó tiempo en Tread Athletics, en Carolina del Norte, un centro de desarrollo de lanzadores que cuenta con el abridor de los Piratas, Mitch Keller, como uno de los jugadores que ha pasado por ahí. Estuvo trabajando para aumentar la velocidad y perfeccionar sus lanzamientos. Aunque acapara los titulares con su velocidad de 80 mph, ése ni siquiera es el mejor pitcheo de Beacom.

"Siempre he confiado en mi curva", señaló Beacom. "Siempre he pensado en ella como mi mejor lanzamiento o mi favorito, pero ahora estoy desarrollando más pitcheos y definitivamente tengo más control sobre ellos, más movimiento. Estoy trabajando continuamente en el diseño de mis tiros".

Chris Oxspring, ex jugador de los Tigres en las Mayores y su coach de pitcheo en la selección nacional, ha visto de cerca su crecimiento durante el último año y medio.

"Trabajamos muy bien juntos", afirma Oxspring. "Es muy divertido trabajar con ella y con cualquier joven así. Ha sido agradable ver su progreso en los últimos 18 meses, como jugadora y como persona”.

Oxspring ha sido testigo de cómo Beacom asimila la nueva información y encuentra la manera de utilizarla, ya sea Tread ayudándola a mejorar su recta o cambiando la forma de sus pitcheos rompientes.

"El béisbol es un juego de probar y ver qué funciona, ¿no? Siempre estamos tratando de mejorar, ya sea un 1% o un 10%", dijo Oxspring. "Ella es muy receptiva con cualquier tipo de crítica constructiva que pueda hacerla mejorar, pero también es muy inteligente en la forma en que lo hace. Si lo ha intentado antes y no ha funcionado, no perdemos más tiempo con eso; seguimos adelante y encontramos otra solución. Observar ese desarrollo, ese progreso y entender lo que Gen intenta conseguir, personalmente, es asombroso".

En cuanto al futuro, el cielo es el límite. Aunque la selección femenina australiana no tendrá una Copa Mundial para la cual prepararse, Beacom no tardará en pisar un terreno de béisbol. Tiene previsto tomarse un año sabático y luego espera ir a la universidad, donde jugará béisbol y competirá por un título nacional.

Aunque Beacom espera romper nuevas barreras y jugar en diferentes países del mundo, puede estar tranquila sabiendo que ya ha causado un impacto enorme en el deporte al que ha dedicado su vida.

"El día después de lanzar para los Ases, una niña se me acercó y me dijo: 'He vuelto a jugar béisbol gracias a ti'", explicó Beacom a WBSC. "Es lo más conmovedor que me han dicho. Por el simple hecho de saber que, jugando el deporte que amo, pude ayudar a alguien a recuperar ese amor por el béisbol y hacer que quiera volver a jugar".

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