El futuro de Azulejos dependería de esta estrella y nada más

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TORONTO -- Los próximos dos meses deben de definir quiénes son los Azulejos, no sólo para el 2025, sino también más allá de esa campaña.

Existe un sentido de urgencia en este invierno, algo que muchos consideran tardío, pero nuevamente estamos hablando sobre las “ventanas de competitividad” de esta organización. Cada una de las próximas dos temporadas muertas presenta la posibilidad de que esas ventanas se cierren, aunque no tiene por qué suceder. Para un club que gasta al nivel de Toronto, esto nunca debería pasar.

Primero, pongamos en contexto lo que esto significa. Varios de los nombres más importantes de los Azulejos verán sus contratos expirar después de la campaña del 2025 o del 2026, incluyendo de los siguientes:

Expiran después del 2025: Vladimir Guerrero Jr., 1B; Bo Bichette, SS; Chris Bassitt, LD; Chad Green, LD; Erik Swanson, LD.

Expiran después del 2026: Kevin Gausman, LD; George Springer, OF; Daulton Varsho, OF; Alejandro Kirk, C. (Nota: José Berríos, LD, podría optar por salirse de los últimos dos años de su contrato tras el 2026).

Fue más fácil para esta organización asimilar las decepciones del 2020 al 2023, ya que seguían sumando talento y tenían la mayoría de estos grandes contratos por delante. Sin embargo, ahora muchas fechas de vencimiento se acercan simultáneamente, y los Azulejos no tienen ni una sola victoria reciente en la postemporada que mostrar. Están gastando a un nivel que los fanáticos de este mercado han exigido, particularmente de un grupo de propietarios que siempre ha tenido la capacidad de hacerlo, pero los resultados no han estado allí en los momentos más importantes.

Para mantener abierta esa puerta, parece que algo tiene que suceder en estos próximos meses. Y esta conversación, como casi todas las demás, vuelve a girar en torno al dominicano Vladimir Guerrero Jr.

Vladdy es nuevamente la cara de la franquicia, el prodigio que ha cumplido con todas las expectativas. Aunque su camino no ha sido una línea recta, Guerrero ha demostrado ser un jugador digno de un mega contrato, algo en el rango de estos nombres:

Rafael Devers: 10 años, US$313.5 millones

Bryce Harper: 13 años, US$330 millones

Corey Seager: 10 años, US$325 millones

Manny Machado: 10 años, US$300 millones

Xander Bogaerts: 11 años, US$280 millones

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Guerrero puede ser un jugador difícil de comparar debido a su posición, pero éste es el rango en el que podría ubicarse, y ésos son los nombres con los que será comparado desde una perspectiva más amplia de valor. Podríamos debatir unos cuantos millones en cualquier dirección, pero a ese nivel, la diferencia es mínima. Guerrero va a conseguir un contrato millonario, ya sea en Toronto o en otro lugar.

Pactar una extensión con Guerrero esta temporada muerta garantizaría esencialmente que los Azulejos seguirán invirtiendo hasta el 2026, el 2027 y más allá de eso. En ese escenario, si una estrella como Gausman o Bichette se fuera en la agencia libre, sería reemplazada de manera agresiva. En un mundo sin Guerrero -- o sin otro movimiento importante a largo plazo como Corbin Burnes o Max Fried -- surge la preocupación de que los Azulejos puedan usar las campañas del 2026 y del 2027 para dar un giro, reestructurarse o reconstruir el roster, el término que prefieras.

El paso del tiempo tampoco alimenta el optimismo.

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Pronto, el dominicano Juan Soto firmará un pacto monstruoso. Sí, los Azulejos están seriamente interesados en hacerse con sus servicios, pero compiten con Steve Cohen y los Mets, los Yankees y su orgullo y el aparentemente renovado espíritu de los Medias Rojas. No es imposible, pero será difícil. Cuando sumamos el acuerdo de Soto, que debe de superar los US$500 millones y podría llegar a los US$600 millones, junto con el de US$700 millones de Shohei Ohtani del año pasado, queda claro que los acuerdos de MLB están disparándose cuando se trata de las estrellas indicadas.

Guerrero no es ninguno de esos dos jugadores mencionados arriba, pero llegará a la agencia libre con 26 años, aún en el apogeo de su carrera. A menos que los Azulejos le ofrezcan “el mundo”, Guerrero tiene todas las razones para esperar y abrir una increíble guerra de ofertas el próximo año. Es un juego peligroso para Toronto.

La puja por Soto es la historia del momento, pero en Toronto todo vuelve a girar en torno a Guerrero, y eso sólo se intensificará la próxima semana cuando las Reuniones Invernales den inicio en Dallas, Texas. ¿Están los Azulejos tratando de intentarlo una vez más en el 2025 y luego lidiar con el 2026 cuando llegue? ¿O puede esta organización convertir los presupuestos de los últimos años en la nueva norma para Toronto, sentándose en la mesa con las potencias del béisbol durante la próxima década?

La respuesta, como ha sido todo el tiempo, podría seguir dependiendo de Vladimir Guerrero Jr.

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