L.A. rompió “el hechizo” de la ronda divisional. Ahora va por más

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LOS ÁNGELES – Los Dodgers y su manager Dave Roberts estaban bien conscientes de cómo les había ido en Series Divisionales desde el 2022, cuando se implementó el nuevo sistema de Series del Comodín al mejor de tres como la primera ronda de los playoffs. Los Ángeles, perenne monarca del Oeste de la Liga Nacional, había tenido que esperar cinco o seis días para jugar sus primeros partidos en la ronda divisional al ser primero o segundo sembrado en su circuito.

El “óxido” era un tema bien analizado no sólo con los Dodgers, sino también con muchos otros equipos que habían sido derrotados como altos sembrados por oponentes que venían de Series del Comodín bien disputadas. Entonces, cuando los Padres tomaron la delantera 2-1 en la Serie Divisional de la Liga Nacional de este año el martes pasado en San Diego, muchas personas pensaron que el patrón seguiría. Claro, a esa altura, los Dodgers habían perdido esta ronda de los playoffs ante los mismos Padres en el 2022 (3-1) y habían sido barridos por los Diamondbacks en tres choques hace un año.

Sin embargo, la edición del 2024 de Los Ángeles cambió el guion con dos victorias seguidas sobre los Frailes – ambas blanqueadas – para pasar a la Serie de Campeonato de la Liga Nacional frente a los Mets desde este domingo en el Dodger Stadium.

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“Estoy deleitado. Estoy cansado. Esto contento”, dijo Roberts cuando sus pupilos terminaron de eliminar a los Padres el viernes. “Estoy emocionado. Estoy orgulloso de nuestros muchachos”.

Por supuesto, los Dodgers siempre llegan a los entrenamientos de primavera como uno de los grandes favoritos para ganar la Serie Mundial. Y este año, tras firmar a Shohei Ohtani (10 años, US$700 millones) y a Yoshinobu Yamamoto (12 años, US$325 millones), Los Ángeles empezó esta temporada con una nómina de US$241,010,117, la quinta mayor en Grandes Ligas. Además, los azules agregaron a Tyler Glasnow en un cambio con los Rays, entre otros movimientos diseñados para reforzar el ya talentoso roster.

El resultado fue 98 victorias y el mejor récord de Grandes Ligas, además de su undécimo titulo divisional en las últimas 12 campañas. Pero como parece suceder siempre en Chávez Ravine, las lesiones azotaron al cuerpo monticular. Glasnow, Clayton Kershaw, Dustin May, Tony Gonsolin y varios otros se encuentran fuera por molestias físicas, a la vez que figuras como Bobby Miller (liga menor) y James Paxton (dado de baja) no dieron la talla. El mismo Yamamoto estuvo lesionado durante gran parte del año, antes de dar la cara de manera espectacular en el Juego 5 contra los Padres. Y claro, la adquisición en la Fecha Límite de Cambios de Jack Flaherty, el señalado para abrir el Juego 1 frente a los Mets y Kodai Senga, fue clave para los Dodgers.

“Hablamos de esta serie”, dijo Roberts, refiriéndose al choque con los Padres. “Iba a ser una prueba para nosotros y luchamos. No nos echamos para atrás. Yo no podría estar más emocionado por este club”.

De haber perdido en la ronda divisional por una tercera ocasión consecutiva, se hubieran hecho muchas preguntas sobre la trayectoria de estos Dodgers, que han gastado en grande desde el 2012 pero que han ganado una sola Serie Mundial, en la campaña acortada del 2020.

“Es un alivio. Es redención”, dijo Roberts. “Yo quería ganarles a ellos (a los Padres). Todos queríamos ganarles de mala manera”.

Un veterano de los azules, el puertorriqueño Enrique “Kike” Hernández – uno de los héroes en la victoria del Juego 5 vs. San Diego – hizo un comentario llamativo sobre esta edición del equipo.

“Se siente allá adentro que se quiere más que en otros años”, dijo Hernández, veterano de ocho postemporadas con los Dodgers. “Por lo menos a mí me gusta lo que estoy viendo en el camerino”.

Una de las claves en la victoria de Los Ángeles sobre San Diego fue el relevo. Un “juego del bullpen” se encargó de dejar en cero a los Padres en el Juego 4 el miércoles. Y el viernes en el quinto choque, tras 5.0 brillantes ceros de Yamamoto, el relevo volvió a domar a los Frailes.

Con solamente Yamamoto, Flaherty y Walker Buehler como abridores tradicionales ahora mismo, los Dodgers podrían encontrarse en una situación más difícil con su pitcheo en una serie al mejor de siete en la ronda de campeonato. Como fue el caso con su serie contra los Padres, ganarles a los Mets requerirá de mucha planificación en el uso de los brazos.

“El trabajo no se ha completado”, enfatizó Roberts. “Ustedes verán el enfoque, el fuego más adelante, con la expectativa de ganar ocho partidos más. Y ese equipo de los Mets está jugando un muy buen béisbol. Pero nosotros estaremos listos”.

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