Correa estrenó festejo de HR inspirado por Prince e ideado por Pablo

MINNEAPOLIS – En primer partido de la serie entre los Mellizos y los Atléticos en el Target Field, se celebró el legado del fallecido artista Prince, oriundo de la ciudad de Minneapolis. La famosa canción “Let’s Go Crazy” sonó en el estadio, a la vez que el puertorriqueño Carlos Correa continuó con su buena racha al bate con un jonrón al último piso por el jardín izquierdo.

De hecho, tras el cuadrangular de Correa, el boricua corrió hasta el dugout, se puso un chaleco morado y un gorro morado y luego se hizo de roquero con una guitarra inflada – también morado, el color insignia de siempre de Prince – que también tenía la forma del Símbolo de Amor del músico.

Se trata de una nueva celebración de cuadrangulares del equipo de Minnesota, que abrió con una victoria su serie ante Oakland. Y según los Mellizos, dicho festejo seguirá como parte de la costumbre del club.

“No lo tenía planificado, pero una vez me dieron la guitarra, pensé, ‘Bueno, vamos a hacerlo’”, explicó Correa. “Jugué mucho ‘Guitar Hero’ cuando era más joven, así que sabía qué hacer con eso”.

Como las otras cosas divertidas en el clubhouse de los Mellizos, esto fue ideado por el derecho venezolano Pablo López, quien trabajó con un sitio web para que se hiciera a la medida el chaleco. Luego, a través del departamento de redes sociales del equipo, consiguieron la guitarra. Y, finalmente, había que esperar el momento indicado.

“Fue apropiado”, dijo López.

“Fue una gran idea”, agregó Correa.

“Pablo me dijo antes del juego, ‘Alguien tiene que dar jonrón. Tengo algo especial”, reveló el tercera base de los Mellizos, Royce Lewis. “Sabía que iba a ser algo bueno”.

Es apropiado que Correa haya sido el que estrenó la celebración, ya que el veterano lleva nueve hits en sus últimas 11 visitas al plato, incluyendo un partido de cinco hits el miércoles, seguido por tres imparables más y tres empujadas para concluir hostilidades vs. los Atléticos.

En sus últimos ocho encuentros, Correa batea de 33-18 (.545) con apenas cuatro ponches, lo que él mismo ha calificado como el trecho más productivo de su carrera.