Cómo Boston llegó a ponerse “Medias Rojas”
Durante los primeros siete años de su existencia, los Medias Rojas no eran los Medias Rojas. De hecho, ni siquiera tenían un nombre oficial.
La mayoría de las veces se les llamaba los “Americans”, porque estaban en la Liga Americana y así los podían diferenciarse ante el equipo de Boston en la Liga Nacional, el club que eventualmente se convertiría en los Bravos.
De hecho, fueron los Bravos – conocidos como los “Nationals” – los que pusieron las ruedas en marcha para la creación del tome de “Medias Rojas” como nombre del equipo.
Todo comenzó en 1907, de acuerdo con el siempre informativo y bien exhaustivo libro “Red Sox Century”, escrito por Glenn Stout y Richard Johnson. Fue ahí cuando los “Boston Nationals abandonaron sus tradicionales medias rojas a favor del azul”.
En diciembre de 1907, el propietario de los “Americans” de Boston, John I. Taylor, se reunió con un proveedor de artículos deportivos para ordenar uniformes para la próxima temporada.
Después de notar que el equipo de la ciudad que jugaba en la Liga Nacional había abandonado sus medias rojas, Taylor decidió tomarlas para sus uniformes.
De acuerdo con lo investigado para el libro “Red Sox Century,” Taylor se decidió por uniformes grises con medias azules para los juegos en la carretera. Pero en casa, el club utilizaría uniformes blancos con medias rojas.
Y a Taylor también se le ocurrió el nombre de “Medias Rojas”, que fue adoptado en 1908 y se ha mantenido desde entonces.
El cambio de uniforme y de nombre fue recibido con una gran emoción. El Boston Journal, en un extracto luego reproducido en “Red Sox Century,” escribió lo siguiente: “Será un color bien agresivo y brillante que se escuchará mucho más allá del grito del fanático cuando el equipo de casa gane en el 15to inning”.
The Sporting News también hizo un comentario, también reproducido en “Red Sox Century.”
“Los Americans de Boston tienen un nuevo nombre. Los Medias Rojas. Desde que Boston fue identificado con la Liga Americana, se ha hecho un esfuerzo para darle al equipo un nombre apropiado que sonase bien cuando saliese impreso… pero no había ni dos escritores que se pudiesen poner de acuerdo en un nombre. En consecuencia, terminó en manos de John I. Taylor rebautizar su club, algo que ha hecho con eficacia”.
Los Medias Rojas terminarían siendo una de las franquicias históricas en el deporte profesional.