“Siempre aparece”: Correa alimentó su leyenda en postemporada
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MINNEAPOLIS -- El pasado octubre, Carlos Correa estaba sentado en el sofá de su casa con su esposa, Daniella. El puertorriqueño no estaba acostumbrado a eso. La tranquilidad y la soledad le resultaban muy lejos de donde solía estar en esa época del año: en medio de los grandes momentos y las multitudes más ruidosas.
“No quiero perderme los playoffs nunca más”, le dijo Carlos a Daniella.
Él pertenece a octubre, a este escenario, como lo que es, uno de los más grandes jugadores de postemporada de todos los tiempos. Y fue todo lo que se prometió y más a lo largo de la barrida de dos juegos de los Twins sobre los Azulejos en la Serie del Comodín de la Liga Americana, que completaron con una victoria por 2-0 en el Juego 2 el miércoles en Target Field.
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“Su calma, su comportamiento, no hay un momento que sea demasiado grande”, dijo Sonny Gray. “Las superestrellas aparecen en los momentos más grandes”.
No se trata sólo de que Correa esté dando la talla con su bate. Aunque lo hizo, por supuesto, con el sencillo impulsor con las bases llenas que le dio la ventaja a los Twins.
También se trata de sus instintos casi sobrehumanos a la defensiva y su extrema inteligencia beisbolística, que causaron posiblemente los mayores giros del “momentum” en la serie: el tiro improvisado para retirar a Bo Bichette en el plato el martes y, un día después, la jugada para sorprender al dominicano Vladimir Guerrero Jr. en la segunda base, que acabó con el rally más prometedor de Toronto en el quinto inning.
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El Correa de octubre se da cuenta de esos pequeños detalles que marcan diferencias en los momentos más importantes.
Ryan Jeffers fue el que pidió, en su dispositivo PitchCom, que tratarán de sorprender a Vlad Jr. con hombres en segunda y tercera y dos outs en la quinta entrada y los Twins aferrándose a una ventaja de 2-0. Sonny Gray fue el que hizo un giro y un tiro perfectamente ejecutados, dejando a Bichette con el bate en las manos mientras Guerrero señalaba impotente una inútil revisión de la repetición.
Pero fue Correa quien tuvo la idea de la audaz jugada.
Comenzó en el primer episodio, cuando Correa regresó al dugout después de que los Blue Jays tuvieran corredores en primera y segunda. Llamó la atención de todos.
“Oigan, escuchen, escuchen, escúchenme”, les pidió a sus compañeros de equipo. “No pueden oír al coach de tercera base gritar, ‘regresa’. Vamos a tener una oportunidad (para sorprender a alguien). Se nos va a presentar. Va a estar ahí”.
Cuatro innings más tarde, todo sucedió tal y como Correa había dicho. Los 38,518 espectadores de los Twins, que habían agotado la boletería, rugían de pie. Con la cuenta completa para Bichette, Correa le dio la señal a Jeffers, quien a su vez se la transmitió a Gray. Guerrero no podía oír nada mientras Correa se movía hasta la segunda base detrás de él, y antes de que se diera cuenta ya el inning había terminado.
“Qué él haya tenido la idea temprano en el juego para decir, ‘Hey, esta es una opción; esto está ahí para nosotros’, y luego en un momento como ese tener la inteligencia para transmitirlo ... que él pueda estar alerta y al tanto de esa cosas es lo que lo hace especial”, resumió Gray.
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Guerrero no tenía idea de que una jugada así podía haberse montado en esa situación, algo parecido a lo que le pasó a Bichette cuando quedó sorprendido por la ejecución de Correa al éste moverse a toda velocidad para tomar un rodado que no había podido atrapar el tercera base dominicano Jorge Polanco y hacer un tiro perfecto al plato en plena carrera para retirar a Bichette en el plato y poner fin a la cuarta entrada del Juego 1.
“No, obviamente no”, respondió Guerrero cuando se le preguntó si lo esperaba. “Especialmente con un corredor en tercera base. No me lo esperaba. Obviamente, lo hicieron”.
En ese momento, Correa ya había respondido con el bate en el cuarto inning gracias a un sencillo ante Yusei Kikuchi para aprovechar la rara oportunidad ofensiva creada por la polémica decisión del manager de los Azulejos, John Schneider, de sacar al abridor puertorriqueño José Berríos en ese cuarto acto después de que se le embasara el primer bateador. Minnesota respondió con un sencillo y un boleto ante Kikuchi, sirviendo la mesa para darle a Correa la oportunidad de ir a batear con las bases llenas.
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Correa es el primero en reconocer que tuvo una temporada decepcionante en el plato con un OPS de .711 que fue la peor marca de su carrera en una temporada completa. Y, aunque no lo usará como excusa, tiene que ver con la fascitis plantar que le ha afectado el pie izquierdo desde mayo, impidiendo que colocase sus pies adecuadamente al momento de hacer su swing.
Esta vez, bateó un rodado por el centro del terreno para poner arriba a Minnesota.
“Son esos momentos clave en los que trato de visualizar lo que quiero hacer”, explicó Correa. “Esos momentos como que me encuentran en los playoffs y siento que estoy listo mentalmente. Fue un momento grande en el juego. Me alegré de haber respondido y de que conseguimos la victoria".
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Por supuesto, los Twins habían oído hablar de la leyenda del “Correa de octubre”. La mayoría había visto desde lejos cómo construía su extenso legado en los playoffs. Esta es la primera vez que lo ven de cerca, y no pueden evitar maravillarse.
“Es como Iron Man, supongo que se puede decir”, afirmó Kyle Farmer. “Se pone esa máscara, la de los playoffs, y sale a dejarlo todo ahí fuera. Ha estado ahí muchas veces. Sabe lo que hace falta para ganar”.
“Cuando el escenario se hace grande, él se hace aún más grande”, dijo el venezolano Pablo López. “Es genial verlo en persona. Antes lo veía por la tele. No se equivocaron al decir todo lo que decían de él. Hace cosas que esperas. Las hace. Hace que parezca tan fácil. Siempre aparece”.