Camilo Doval lanza… y se va la luz. ¡El receptor ni se inmutó!
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SAN FRANCISCO – El coach de receptores Alex Burg pasó un buen susto en el bullpen de los Gigantes el lunes por la noche.
Burg, de 36 años, se estaba preparando para recibir el último pitcheo de calentamiento del dominicano Camilo Doval, cuando de pronto se apagaron las luces como preparación a la entrada al campo del estelar lanzallamas al Oracle Park.
“Sabía que iban a hacer algo, pero obviamente, no sabía cuándo sucedería. Quedé un poco impactado cuando ocurrió, justo cuando iba a soltar la bola”, señaló Burg.
Afortunadamente para él, Duval – quien ha logrado pitcheos de hasta 104 millas por hora – lanzó una recta de cuatro costuras, permitiéndole a Burg capturar la bola sin problemas.
“Si hubiese sido un slider o sinker, probablemente hubiese muerto”, dijo Burg. “Imposible para mí atrapar eso, porque son muy venenosos. Pero la recta de cuatro costuras no se mueve mucho, especialmente en el bullpen. Gracias a eso, pude atraparla”.
Burg, quien fue seleccionado en su momento por los Gigantes en el Draft amateur del 2009 y está ahora en su tercer año como coach en Grandes Ligas, dijo que tuvo cierta práctica en sus tiempos con los Rangers, cuando le hacían batear mientras se encendían y apagaban las luces. Cree que eso lo ayudó a atrapar la bola de Doval, aunque reconoce que tuvo suerte, considerando que tenía una máscara de cátcher puesta, pero estaba sin el resto de los protectores.
“Es gracioso porque la atrapé”, dijo. “Si no lo hubiese hecho, esta entrevista hubiera sido diferente. Pero como lo hice, es chistoso. Espero que no pase de nuevo, pero estoy agradecido de haberla atrapado, porque realmente da miedo. [Doval] lanza a millones de millas por hora”.
El director de experiencias en vivo de los Gigantes, Marco Nicola, quien supervisa los espectáculos de luces, se disculpó con Burg antes del encuentro del martes.
“Eso ha sido lo mejor de todo”, afirma Burg. “[El gerente general de los Gigantes] Pete [Putila] se acercó a mí y me dijo, ‘Oye, vamos a hacer algo con esto’. Todo nuestro personal en el campo se ha portado de manera genial, como, 'Hey, sentimos mucho que esto sucediera. Vamos a mejorar'. Es la primera vez que lo hacen. Estoy seguro de que estaban emocionados de hacerlo. No me hice daño, así que no pasa nada”.