Bob Watson y la millonésima carrera de MLB
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HOUSTON – Bob Watson fue uno de los bateadores más temibles de su generación. Disparó 184 cuadrangulares a lo largo de sus 19 años como ligamayorista, 14 de los cuales pasó vistiendo la camiseta de los Astros. Fue convocado dos veces al Juego de Estrellas por los Siderales, bateó el ciclo y posteriormente se voló la cerca dos veces por los Yankees en la Serie Mundial de 1981.
La carrera de Watson después de retirarse como jugador fue igual de impresionante. Se convirtió en el primer gerente general afroamericano en la historia de Major League Baseball cuando los Astros lo nombraron para el puesto en 1993, y tres años más tarde con los Yankees, se convirtió en el primer GG de raza negra en ganar un Clásico de Otoño. Luego pasó largo tiempo como miembro de la oficina de MLB.
Uno de los momentos más notables en la carrera como jugador de Watson fue producto de haber estado en el lugar correcto y en el momento adecuado. Y si a eso le agregamos un poco de prisa de parte del hombre a quien le apodaban “The Bull” (“El Toro”), fue ahí cuando la suerte se encontró con la oportunidad.
Watson, quien nunca fue conocido por su velocidad --se estafó 27 bases en su carrera y fue puesto fuera tratando de robarse una almohadilla 28 veces – utilizó sus piernas para anotar la 1,000,000ma carrera en la historia de Grandes Ligas el 4 de mayo de 1975.
Con los Astros y Gigantes obligados a disputar una doble cartelera dominical en Candlestick Park en San Francisco debido a una extraña suspensión por lluvia un día antes, los equipos saltaron al terreno para el primer encuentro un par de horas más temprano del horario habitual. Ese día todos los equipos de la Gran Carpa estaban programados para ver acción.
La atención de todo el béisbol se centraba en las pizarras del resto de los choques de esa jornada porque se iba a hacer historia.
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Major League Baseball estaba a punto de celebrar su 1,000,000ma carrera anotada y la jornada arrancó a 10 carreras de alcanzar dicha marca. La oportunidad de hacer historia era algo que los Astros tenían bien presente.
“Sabíamos que tenían que anotarse 10 carreras [a lo largo de la liga] o algo así”, expresó Watson. “Y para cuando me paré en la caja de bateo en el segundo inning, sólo faltaban tres carreras para alcanzar la marca”.
Watson fue colocado de cuarto en el orden y primera base ese día y abrió el segundo capítulo con una base por bolas. Se estafó la segunda base y le siguió el puertorriqueño José “Cheo” Cruz, quien también negoció una base por bolas. Luego vino a batear Milt May, quien conectó un jonrón de tres carreras por todo el jardín derecho.
Watson estaba casualmente trotando hacia la antesala cuando escuchó algunos gritos desde el bullpen por la línea del jardín izquierdo. Sus compañeros en el bullpen le gritaban “¡Corre! ¡Corre! ¡Corre!”.
“Entonces empecé a correr, y anoté la carrera”, relató. “He aquí, al mismo tiempo, el venezolano David Concepción de los Rojos se vuela la cerca, y corre a todo galope por las bases”.
Los compañeros de Watson sabían que si Watson pisaba el plato antes de que Concepción lo hiciera, el primero anotaría la carrera número 1,000,000 y tendría un lugar inolvidable en la historia.
“Llegué primero que él por 1.5 segundo”, precisó Watson.
Un representante del Salón de la Fama de Grandes Ligas tomó los zapatos y el uniforme de Watson, y el bate de May también se dirigió camino a Cooperstown.
Los Astros perdieron ese histórico partido, 8–6, y Watson –quien no vio acción en el segundo encuentro de la doble tanda— se fue de 3-0 con dos anotadas. Aun así, la atención apenas empezaba para Watson.
La millonésima carrera era patrocinada por la marca de caramelos masticables Tootsie Roll, que le otorgó a Watson un millón de sus golosinas. Watson donó la mitad de los dulces a Boy Scouts of America y la otra mitad a Girl Scouts of America. La compañía también le otorgó un millón de centavos americanos o pennies (US$10,000), dinero que donó para obras de caridad. Watson también recibió un reloj de platino cortesía de Seiko.
Si la gente no sabía quién era Watson, eso cambió el 4 de mayo de 1975.
“Me llegaban de cuatro a cinco cartas de los fanáticos por semana, o algo así”, recordó Watson, quien falleció el 14 de mayo de 2020. “Tras haber anotado la millonésima carrera, eso cambió a recibir de 50 a 100 por semana. Me hizo famoso de alguna manera, y terminé siendo la respuesta a una pregunta de una trivia”.