Big Papi, “dueño” del Fenway y ahora como Salón de la Fama
BOSTON – El tour del dominicano David Ortiz, recién exaltado al Salón de la Fama, pasó la noche del martes por el Fenway Park, el escenario donde se convirtió en una leyenda.
Y el adorado toletero estuvo muy acompañado por muchas de las personas que lo ayudaron a llegar hasta allí. Como tantas veces durante su carrera, el Fenway estuvo repleto y el público a la altura del momento.
Como si eso fuese poco, que los Guardianes estuviesen de visita para este juego le dio otro toque especial a la velada, ya que el manager de Cleveland, Terry Francona, escribió el nombre de Ortiz en sus alineaciones durante ocho memorables temporadas en Boston, dos de ellas (2004, 2007) con anillos de Serie Mundial incluidos.
“Fue una tremenda noche”, dijo Francona luego de que los Guardianes doblegaran por 8-2 a los Medias Rojas. “Fue una gran noche y fue bien divertido sentarme ahí a ver a David tan impresionante como estuvo. Y ver a tanta gente mostrarle su afecto fue bien especial”.
John Farrell, otro favorito de Big Papi y el dirigente de los Medias Rojas cuando ganaron la Serie Mundial del 2013, visitó el Fenway Park por primera vez desde que se fue del club hace cinco años.
“Terry Francona, te quiero, hombre”, dijo Ortiz. “Y John Farrell, de quien aprendí tanto como de Tito, gracias”.
También estuvo presente Theo Epstein, el gerente general que firmó a Ortiz por un año y US$1.25 millón en enero del 2003 luego de que los Mellizos, buscando bajar su nómina, lo dejaran libre a cuando el quisqueyano tenía 27 años.
El clima, muy caluroso últimamente, también colaboró con una noche perfecta en el Fenway, donde Ortiz dio tantos batazos y al que arribó por primera vez como miembro del Salón de la Fama el martes.
Unas inmensas banderas representando los campeonatos del 2004, 2007 y 2013 cubrieron la grama de los jardines durante la ceremonia.
Ortiz siempre trajo su buena vibra al parque más viejo de MLB y trató de hacerlo otra vez en esta ocasión, sabiendo que el equipo no la ha pasado bien últimamente.
“Buenas noches, ¿qué está pasando, Boston? Llegó el amuleto de la buena suerte”, dijo Ortiz para abrir su sentido discurso. “Lo más importante es darles las gracias a todos los fanáticos, todos los fans de los Medias Rojas en todo el mundo, porque sin ustedes esto jamás hubiese pasado, créanme. Cada vez que entré a este terreno y veía a todo el mundo en estos asientos esperando que ganáramos, eso era lo que me motivaba a mejorar cada día”.
Ortiz, sin embargo, tendrá que trabajar en sus habilidades como amuleto. Para los Medias Rojas (49-49), con bajas en la rotación y el orden al bate, fue su quinta derrota en los últimos seis duelos, la 10ma en los últimos 12 y la 14ta en los últimos 18.
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En ese sentido, el tributo a Ortiz fue una buena diversión para los seguidores del club.
Carl Yastrzemski, Jim Rice y el dominicano Pedro Martínez, otras tres leyendas de los Medias Rojas que terminaron en Cooperstown, fueron parte del contingente que participó en la ceremonia.
Otros jugadores del pasado de los Medias Rojas (Trot Nixon, Jason Varitek, el ahora manager del club, el puertorriqueño Alex Cora y Tim Wakefield) y del presente (Xander Bogaerts y Jackie Bradley Jr.) salieron a saludar a Ortiz.
Con el primer pitcheo ceremonial, Ortiz tiró una recta alta y afuera que atrapó Varitek.
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Para cerrar sus palabras, Ortiz les dijo esto a los aficionados,
“Muchas gracias, Boston. ¡Aquí está tu hijo! Siempre te voy a querer”.