Berra, fijo en grandes momentos de Yankees
“Nunca jugué un partido sin mi hombre”, dijo una vez Casey Stengel.
El legendario manager de los Yankees se refería a Yogi Berra, una de las figuras más icónicas e inolvidables que este hermoso juego nos ha regalado.
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Sus frases divertidas, únicas y con el toque de genio loco conocidas como yogiismos se hicieron muy populares, pero la grandeza de Lawrence Peter Berra es difícil de poner en una columna semanal.
Yogi no sólo estuvo en cada partido que dirigió Casey Stengel de una manera u otra, sino que Berra tenía el toque divino de estar presente en los más grandes momentos de los Yankees ya fuera como jugador, entrenador o después del retiro.
En 1947, Yogi se apuntó el primer home run como emergente en la historia de las Series Mundiales frente al lanzador de los Dodgers, Ralph Branca. La famosa atrapada durante el Clásico de Otoño de 1955 protagonizada por el cubano Sandy Amoros fue una línea salida del bate de Berra, quien fue el cátcher en el robo de home de Jackie Robinson en ese mismo evento, donde recordamos la acalorada protesta de Yogi con la decisión del árbitro. Un año después, el 8 de octubre, llegaría el único juego perfecto en Series Mundiales lanzado por Don Larsen y con Berra como receptor.
Inolvidable también, la triste derrota en 1960 por el home run de Bill Mazeroski donde Yogi era parte del lineup. Al siguiente año, Berra vería el histórico bambinazo 61 de Roger Maris y en la temporada del 62, celebraba otro título después de la línea de Willie McCovey a Bobby Richardson para el out final del partido.
Como entrenador, Yogi presenció el home run de Chris Chambliss en el 76, los tres inolvidables cuadrangulares de Reggie Jackson en el 77 y el vuelacerca de Bucky Dent en el 78.
Ya retirado, su presencia en el Yankee parecía estar siempre en grandes momentos:
El juego perfecto de David Cone en 1999, cuando se celebraba “El día de Yogi Berra”, la inolvidable Serie Mundial del 2001 con aquellos finales electrizantes donde Yogi se veía celebrar desde su palco o finalmente, el titulo 27 alcanzado en 2009.
Yogi Berra, como jugador, ostenta los récords de participar en 75 juegos de postemporada, tomar en ellos 259 turnos al bate y ganar 10 Series Mundiales. Por cierto, Berra es además el tercero con más vuelacercas en Series Mundiales con 12, detrás de Mantle y Ruth.
No se puede contar la historia de los Yankees sin Yogi Berra y no se puede revivir uno de esos lindos momentos sin pensar que él estuvo ahí. A cinco años de su partida, la imagen de este legendario Yankee pareciera no dejar de existir y así debe ser. Su amor a los Bombarderos es eterno y ahora mira los momentos por venir, desde un asiento especial que se ganó fuera del terreno de juego.