Armando Reynoso orgulloso de haber sido el primer lanzador mexicano de los D-backs
Los jueves retro de los Arizona Diamondbacks han sido toda una sensación durante esta, la vigésima temporada del equipo, y gracias a ellos la afición cuenta con la oportunidad de devolverle el cariño a aquellos ex jugadores que les dieron tantas alegrías durante las últimas dos décadas. Uno de ellos es Armando Reynoso, el primer lanzador mexicano de la historia de los D-backs.
"Es un dato que no sabía. Es un logro. Curiosamente, yo soy el lanzador mexicano que se ha enfrentado a la mayor cantidad de compatriotas rivales en la lomita. 10 veces en total", dijo Reynoso, quien lanzó el primer lanzamiento ceremonial antes del juego inicial de la serie contra los Washington Nationals y se emocionó con el recibimiento del público.
"La verdad que son momentos muy emotivos para mí. Que los Arizona Diamondbacks me hayan invitado significa mucho, ya que demuestra que a uno siempre lo tienen en mente y eso motiva bastante", dijo Reynoso.
El nativo de San Luis, Potosí jugó para los D-backs entre 1999 y el 2002 antes de retirarse como profesional a los 36 años de edad con 68 victorias y un anillo de campeón de la Serie Mundial como logros principales de una trayectoria memorable.
Reynoso es miembro del Salón de la Fama del béisbol mexicano desde el 2010, un reconocimiento a una carrera que lo vio ser compañero de Tom Glavine y John Smoltz en Atlanta a principios de los ´90, pasar cuatro temporadas en Colorado entre 1993 y 1996, y contar con una marca de 13-3 como miembro de los New York Mets durante dos campañas. Sin embargo, ninguna de esas paradas en su camino a la gloria lo marcaron tan a fuego como sus cuatro años en Arizona.
"Cuando llegué en 1999, ese era como un año en cierta forma de renovación con la llegada de algunos refuerzos como Randy Johnson en el segundo año del equipo", recordó Reynoso.
"Luego [en el 2001] me tocó ser parte de un equipo que ganó un campeonato, y ese es el máximo logro de mi carrera. Es un recuerdo muy bonito. Es el sueño de cualquier pelotero en las Grandes Ligas. Aunque no pude participar en la Serie Mundial, si la pude disfrutar al máximo".
Parte de lo que hizo que ese año fuese mágico fue el hecho de que Alejandra y Armando Jr., sus dos hijos mayores, lo compartieron con él.
"Tengo cuatro hijos - Alejandra, Armando Jr. Jesús y Diego -- y a los dos más grandes les tocó pasar momentos muy lindos a mi lado como jugador. Armando, mi hijo mayor, pudo celebrar junto a los hijos de los otros jugadores bañándose con champaña y sidra, un momento muy especial", dijo Reynoso.
Jesús no habrá estado junto a su hermano en aquel vestuario, pero él si acompañó a su padre para verlo lanzar el primer lanzamiento el jueves por la noche. Lo peculiar fue que el comienzo de su vida coincidió con el juego más recordado por su papá.
"Tuve varios juegos buenos, pero el más memorable fue cuando Jesús nació el 28 de septiembre del 2000 y me tocó lanzar ese día en Colorado. Lancé un juego completo y parece que fue el más rápido de mi carrera", dijo Reynoso.
Los D-backs prevalecieron en ese cotejo por 12-3 en 2 horas y 37 minutos.
Reynoso ahora es un aficionado más de los D-backs y es testigo de la manera en que sus compatriotas Fernando Salas y Jorge De La Rosa honran su legado como los únicos compañeros mexicanos en la Liga Nacional.
"Me gustaría ver a más mexicanos en las Grandes Ligas. Es bonito ver el buen nivel en el que están mis compatriotas aquí en Arizona, siempre estoy siguiéndolos tal y como México me seguía a mí", expresó Reynoso antes de retirarse del Chase Field con la certeza de que ese sigue siendo su segundo hogar.