Andrés Giménez, un maestro de lujo en materia de arte en Cleveland
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Piensa en cuando eras un niño, preparándote para irte a la cama en una noche de escuela. Para la mayoría de nosotros, la idea de ir al colegio no era precisamente motivo de emoción. Pero, ¿te imaginas la alegría si supieras que tu atleta favorito te iba a visitar?
Unos pocos estudiantes pueden decir que han vivido esa experiencia. La semana pasada, los niños de la escuela Tremont Montessori se prepararon para la tercera visita del segunda base de los Guardianes, el venezolano Andrés Giménez. Y esto no fue sólo una rápida sesión de preguntas y respuestas con un atleta famoso; fue una experiencia única de convivencia.
Giménez ha hecho de esto una prioridad durante los últimos tres años, visitando escuelas de Cleveland durante la temporada y compartiendo su amor por el arte a través de su programa “Arte con Andrés”. A menudo, visita escuelas con estudiantes que hablan mayormente español. Giménez creó una colaboración con el artista independiente Augusto Bordelois, quien imparte clases en cada visita. Desde el 2022, Giménez ha visitado múltiples veces cinco escuelas, incluyendo tres visitas a Tremont Montessori.
“Realmente me gusta lo que estamos haciendo aquí”, dijo Giménez. “El tiempo pasa muy rápido cuando estoy haciendo esto”.
Los niños de esta escuela se han ganado las múltiples visitas, y siempre están preparados para la llegada de Giménez. El año pasado, la banda se alineó en el pasillo y tocó “Take Me Out to the Ball Game” mientras Giménez entraba. En la siguiente visita, interpretaron “Cleveland Rocks”. La semana pasada, prepararon una canción en español para Giménez antes de encabezar a todos en el tradicional canto de “chaaaaarge” tan popular en los juegos de los Guardianes.
“Siento que esta escuela tiene un lugar muy especial para mí en mi corazón”, aseguró Giménez. “Siempre me dan una cálida bienvenida y eso es especial”.
Esta vez, Giménez trajo a su esposa y a su hijo de 2 años. Mientras bajaban las escaleras hacia el salón de arte, fueron recibidos con un letrero pintado de “Arte con Andrés” y un Guante de Oro construido por los estudiantes con cinta adhesiva, bolsas de basura, pistola de pegamento caliente y papel de seda, junto con su profesora Christine Linn, mientras la música llenaba el aula.
“Ellos se emocionan, porque no suelen recibir a atletas profesionales o a alguien que venga a las escuelas y se tome tiempo de su propio horario”, contó Linn.
Giménez y su familia aplaudieron a la banda después de su presentación y luego se dirigieron al salón de arte. El segunda base, ganador de un Guante de Platino de la Liga Americana en el 2023, respondió a varias preguntas de los estudiantes sobre el béisbol, el trabajo en equipo y la vida diaria antes de unirse a sus compañeros para aprender de Bordelois.
Giménez elige una foto para pintar antes de llegar a la clase. Esta vez, fue un guante que tenía una pelota de béisbol con la "C" del equipo de Cleveland en su interior. Giménez siguió las mismas instrucciones que los niños e intentó hacer que su pintura se pareciera lo más posible a la de Bordelois, mientras los niños observaban cómo manejaba cada paso.
“Él usa el arte como una forma de relajarse”, añadió Linn, “y les enseña a los niños que hay otras maneras de descomprimir y relajarse”.
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Siendo el competidor que es, Giménez levantaba su lienzo constantemente para compararlo con el del profesional, y hacía muecas al notar su estatus de aficionado. Pero al final, como los demás niños, se dio cuenta de que su pintura era bastante realista si seguía las instrucciones.
“Mostrarles esta parte de nosotros es importante”, dijo Giménez, “porque no todos están conectados con el béisbol, pero todos pueden estar conectados con el arte”.
Cuando era niño, Giménez se enamoró del arte haciendo garabatos durante las clases cuando se aburría en la escuela. Hasta el día de hoy, todavía lleva consigo papeles, lápices y cualquier otro material de arte que pueda caber en su bolso para sacarlo cuando tiene un momento libre durante los viajes.
“Pero hacerlo aquí con los niños es aun más especial”, aseguró Giménez.
Cuando no estaba concentrado en perfeccionar su pintura, Giménez miraba alrededor del salón para ver cómo les iba a los otros niños o al fondo del aula para ver a su hijo trabajando en su propio proyecto de arte.
El pequeño tenía la mano pintada de azul y la presionó contra un lienzo. Su mamá hizo lo mismo. Después de posar para fotos con la clase, Giménez añadió su huella al proyecto familiar, mientras su hijo disfrutaba del momento. Pero tan pronto como Giménez se lavó la pintura, regresó para firmar al menos un autógrafo para cada niño en la sala.
“En mi opinión, tengo que ser el mejor ejemplo para mi hijo, simplemente como ser humano”, terminó Giménez. “Y también para los niños aquí”.