Terminó su racha de hits, pero Adolis continúa en ascenso
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ARLINGTON – El cubano Adolis García se quedó a las puertas de la historia.
El patrullero de los Rangers vio terminar el domingo su cadena de 23 juegos conectando al menos un hit. Sin embargo, lo que más le importó fue no poder ayudar a los suyos.
García fue a batear en la novena entrada con los Rangers abajo por una carrera y un corredor en posición anotadora ante los Tigres, pero terminó ponchándose durante la derrota por 9-8 de Texas.
“En ese momento, yo sólo quería ganar el juego, como siempre”, dijo García. “Estaba tratando de batear una pelota lejos o meterla por un canal. Pero en ese momento, no estaba pensando en racha. Sólo quería ganar el juego”.
La racha de García era la más larga entre las seguidillas activas en MLB y la más extensa para un bateador de la Liga Americana este año, por encima de una de 22 del dominicano Vladimir Guerrero Jr. a principios de temporada. También fue la quinta más larga de la historia de un jugador de los Rangers y la mejor en el club desde que Josh Hamilton también tuvo una de 23 en el 2010.
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Aunque la seguidilla llegó a su final, García negoció dos bases por bolas el domingo para extender a 24 su cadena de juegos embasándose, la más larga para un bateador de Texas desde una de 25 compromisos de Nathanie Lowe en el 2021. Con 31 boletos, García está a uno solo de igualar su récord personal, impuesto la temporada pasada.
“Antes de la racha, me estaba preparando para mejorar como bateador y llegar a 23 seguidos fue como completar ese trabajo”, dijo García. “Estoy bien orgulloso y me siento bien por lo que hice… pienso que hoy utilizaron eso en mi contra. Ellos sabían que quería dar un hit. Así que en las dos primeras veces que fui a batear (dos transferencias), ya sabía que no me iban a tirar nada fácil”.
Para el manager interino de Texas, Tony Beasley, tanto la racha como la disposición de García para tomar una base por bolas cuando era necesario, a pesar de la seguidilla, es una muestra de su desarrollo como bateador.
La cuarta mala en ambas bases por bolas fue con envíos bien fuera de la zona – uno alto y otro por el suelo – pero ambos fueron lanzamientos que García hubiese sido susceptible de buscar en el pasado. Ahora, sin embargo, entiende y ejecuta mejor su plan en la caja de bateo y la forma en la que los lanzadores van a atacarlo.
“Me impresionó, porque tomó su base y no trató de forzar la situación”, explicó Beasley. “Para un muchacho con algo así en juego, como era su caso, muchas veces en esas cuentas de 3-2 están en modo de hacer swing. Las ganas de dar el hit están por encima de todo, pero él fue lo suficientemente paciente para tomar sus bases por bolas. Yo estaba rezando que le tiraran algo que pudiese manejar y pudiera mantener su racha, pero siguió brindándonos turnos profesionales. Eso fue impresionante, para mí”.
Durante la cadena de 23 partidos dando hits, García bateó .316/.350/.463 con OPS de .813, tres jonrones y 16 empujadas, la continuación del buen momento que vive después del Juego de Estrellas.
En su campaña de novato en el 2021, García la pasó mal en el plato después de la pausa de mitad de temporada, pero estos números del 2022 demuestran lo mucho que ha mejorado en un año.
En los últimos 69 juegos de la campaña pasada, le costó mantener el nivel mostrado en la primera mitad, ligando para .211/.256/.370 con OPS de .627. Este año, tiene de 146-44 (.301) desde el Juego de Estrellas.
“Eso también demuestra que este año se preparó para jugar una temporada completa”, añadió Beasley. “Todavía está fresco. Nadie está al 100%, pero él está ahí con el resto. No se le ve cansado. Todavía es capaz de robar bases y le queda vida en las piernas. Sigue jugando con energía. Entonces, eso es una buena señal. Eso te dice que se ajustó después del año pasado y entiende cómo prepararse y recuperarse”.