Abreu, White Sox firmes en su misión para el 2020
CHICAGO -- Los White Sox han desarrollado el mantra de “Cambiar el Juego” para una edición del 2020 que pretende pasar de reconstrucción a contendiente en la División Central de la Liga Americana.
Pero el inicialista cubano José Abreu, el líder de la escuadra sobre el terreno y en el clubhouse, encontró unas cuantas palabras adecuadas sobre estos momentos llenos de retos e incertidumbre durante la pandemia del coronavirus.
“Debemos encontrar la manera de enfocarnos y seguir trabajando con lo que tenemos”, declaró Abreu el domingo durante una video conferencia.
Las palabras de Abreu tienen un gran significado en varios aspectos. Los jugadores de los Patipálidos deberán encontrar la manera de seguir los protocolos fijados por Major League Baseball en el Guaranteed Rate Field, e igual de importante fuera del estadio, luego de que el domingo el club anunció que dos de sus jugadores dieron positivo por COVID-19.
Con tres semanas de Entrenamientos de Verano de cara a la temporada de 60 partidos, es el deber de los jugadores de los White Sox trabajar para estar preparados.
“Tenemos que tratar de estar listos; si no lo estamos, tenemos que seguir trabajando en el proceso”, indicó Abreu. “Es lo que nos tocó vivir. Es difícil con 60 partidos, así que creo que no nos podemos dar el lujo de comenzar mal. Pero como siempre digo, debemos trabajar fuerte todos los días y las cosas tienen que salir, aunque sea con 60 juegos”.
Con 33 años, Abreu se encuentra en su séptima campaña con el club del Sur de Chicago. Ha sido una sólida y con frecuencia una presencia élite en la parte gruesa de la alineación, encabezando la Liga Americana con 123 impulsadas en el 2019 y empujando al menos 100 carreras con 25 vuelacercas o más en cinco de sus seis temporadas.
Abreu ha demostrado una fuerte lealtad por los White Sox, con el toletero bromeando frecuentemente que él mismo se daría un nuevo contrato si el club no lo hacía tras convertirse en agente libre después del 2019. Obviamente para los Patipálidos, el sentimiento era mutuo y por eso le otorgaron a Abreu un contrato de tres años y US$50 millones durante la temporada muerta.
Esa lealtad, junto a un diálogo con su familia, ayudó a Abreu a tomar una decisión de jugar esta temporada.
“Soy una persona muy leal y los White Sox también han tenido esa lealtad. Tuve que demostrar esa lealtad, especialmente en este momento”, declaró Abreu, quien se encuentra en Chicago sin su esposa ni sus dos hijos. “Con la mano de Dios, todo saldrá bien. Eso es lo que esperamos. Dios nos protegerá. Sólo debemos hacer todo lo mejor posible en esta situación”.
Abreu está listo para ayudar a su compatriota Luis Robert a acoplarse en su primera temporada en las Mayores, de igual manera como guio al dominicano Eloy Jiménez y al también cubano Yoán Moncada. Hubo un notable ambiente de optimismo en los White Sox en marzo durante los entrenamientos en Arizona. Ahora deberán mantener ese mismo ánimo en Chicago después de una pausa de un poco más de tres meses.
“Creo que al final vamos a jugar igual”, dijo Abreu. “Vamos a enfocarnos como si ésta fuera la segunda mitad y todos aquí tenemos que encontrar la manera de estar saludables para hacer las cosas correctas e intentar ganar. Créanme que el hambre la tenemos y creo que vamos a salir con esa hambre”.