¿La mejor campaña de la historia? Judge tiene fuertes argumentos
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Esto sonará como una total locura, pero igual vamos a decirlo: se le está prestando demasiada atención a la cacería que le tiene montada Aaron Judge a los récords de Babe Ruth, Roger Maris y otros registros de jonrones de los Yankees, bateadores derechos y la Liga Americana.
No es que no sea noticioso, o increíble, o histórico. Es obviamente todas esas cosas y mucho más. Es que, si simplemente nos limitamos a hablar de los cuadrangulares, entonces corremos el riesgo de no apreciar en su totalidad esa línea ofensiva de .316/.419/.701 que está poniendo Judge en el plato. Esta no es una temporada “vacía” de 40 jonrones, como algunos de esos años donde esos cañoneros tenían un OBP que apenas superaba los .300. Esta es, como lo veamos, una de las grandes campañas ofensivas de la historia, y eso incluye ese 91% de sus visitas al plato que no terminan con una pelota volando hacia la estratósfera.
La medida que vamos a usar para respaldar ese argumento es el OPS+. Es una estadística que considera los estadios y la época del jugador y hace ajustes a partir de allí, y compara la actuación del pelotero en cuestión con el resto de la liga esa temporada, poniendo el promedio de la liga como “100”, que es básicamente lo que está haciendo Josh Donaldson este año.
El OPS+ de Judge es 213. Eso hace de él más de dos veces mejor que un toletero promedio en el 2022. Es una de las mejores 25 campañas en la historia de Grandes Ligas; es una de apenas 50 temporadas en los anales del juego con un OPS+ de 200 o mejor. (Insistimos otra vez: Dos veces mejor que el promedio). Es debido a los jonrones, obviamente, pero a la vez mucho más que eso. Judge es líder en OBP, boletos y carreras anotadas, entre otras categorías, por no mencionar todo tipo de métricas de Statcast. El hombre podría ganar la Triple Corona.
Mike Trout nunca ha tenido un OPS+ de 200 en una temporada. Ni el dominicano Albert Pujols, ni Willie Mays. Tampoco Henry Aaron, el puertorriqueño Roberto Clemente o Ken Griffey Jr. Eso da una idea. Decir que hacer lo que está haciendo Judge es “increíblemente difícil” se queda extremadamente corto. ¿Saben cuántas temporadas individuales calificadas (con suficientes visitas al plato para optar al título de bateo) ha habido desde 1901? 13,400. La de Judge es una de apenas 25 con un OPS+ de 200 o mejor.
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Pero es más que eso. Miremos las 22 temporadas superiores a la de Judge en este listado de OPS+. En casi todas hay un “pero”, una razón para levantar una ceja o dos. Eso nos recuerda, de cierta manera, que la historia del béisbol rara vez ha sido fácil, lineal, o sin complicaciones. Y también podría darnos una razón para ver todavía con mejores ojos este año de Judge, pues a diferencia de tantas otras campañas marcadas por distintas controversias, esta del patrullero de los Yankees pareciera estar libre de esas ataduras. Al contrario, este 2022 ha sido un año de muy poca ofensiva, con el slugging colectivo más bajo desde el 2014.
Veamos esas 22 temporadas y consideremos lo que pasó durante cada una de ellas. Es suficiente como para poder argumentar que Judge podría estar teniendo la mejor campaña en la historia de la L.A./L.N..
El grupo pre-integración
• Trece de las 22 llegaron antes de que Jackie Robinson rompiera la barrera racial (hasta 1946). Es un hecho que los jugadores de aquella época no se estaban enfrentando a todos los mejores jugadores de béisbol, y si bien eso no es específicamente culpa de Babe Ruth, Lou Gehrig, Rogers Hornsby, o Ted Williams, si los beisbolistas de las Ligas Negras y otros circuitos no hubiesen sido excluidos de las Mayores, entonces el nivel del talento hubiese aumentado, haciendo a su vez más probable que estas estrellas no hubiesen sobresalido tanto sobre el resto de la liga, que es para lo que se usa el OPS+. (Igualmente hubiesen sido grandiosos, claro).
• Dos temporadas – las de Mickey Mantle y Williams en 1957 – pasaron en tiempos parcialmente integrados. Para eso momento, los Medias Rojas de Williams todavía no tenían un solo jugador negro, algo que no ocurriría sino hasta 1959. En 1957, por ejemplo, Mantle bateó .422/.589/.797 contra un staff de Cleveland que no tenía lanzadores afroamericanos. A Williams le fue todavía mejor, atizándolos con nueve jonrones y una increíble línea de .474/.600/1.000.
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Si vemos sólo las temporadas desde 1961, cuando comenzó la era de la expansión, cuando la Liga Americana finalmente llegó a California de la mano de los Angelinos, cuando todos los equipos ya estaban integrados, entonces el OPS+ de Judge (213) está empatado como el 7mo mejor. Pensemos bien en eso: la 7ma mejor temporada ofensiva en más de seis décadas.
Pero claro que hay detalles. Veamos bien esos años iguales o mejores, que podemos dividir en dos grupos distintos.
Los de temporadas cortas
1994: Jeff Bagwell OPS+ de 213
2020: Juan José Soto OPS+ de 217
Aquí también pueden meter a Frank Thomas y su OPS+ de 212 en 1994, si les parece bien.
Bagwell, Soto y Thomas mostraron evidentemente un gran talento en esos años. Pero no es una coincidencia que sus mejores marcas de OPS+ fueron en dichas campañas breves. Judge, que ha disputado 142 encuentros y amaneció el martes con 631 visitas al plato, tiene 152 apariciones más que Bagwell en 1994 y 435 más que Soto, quien sólo jugó 47 cotejos en el 2020 debido a la pandemia y también a una lesión.
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El grupo de la llegada del siglo XXI
1998: Mark McGwire OPS+ de 216
2001: Barry Bonds OPS+ de 259
2002: Barry Bonds OPS+ de 268
2003: Barry Bonds OPS+ de 231
2004: Barry Bonds OPS+ de 263
Y bueno, hablando de controversias. Bonds es quizás el mejor bateador de la historia, pero hay serias especulaciones de que utilizó sustancias prohibidas para mejorar el rendimiento a finales de su carrera cuando estaba imponiendo todos esos registros de jonrones.
Sin importar qué piensa usted sobre los verdaderos efectos de la era de los esteroides, sean cuales sean las ventajas de las que posiblemente disfrutó Bonds que otros no tuvieron a la mano, sabemos que el hombre no pasó exactamente de ser un bateador de sencillos en las menores a una estrella en MLB de un día para otro. Lo mismo aplica para McGwire, que bateó 49 jonrones en su año de novato. Pero también es un hecho que Bonds salió de la boleta del Salón de la Fama tras 10 años infructíferos, cuando de otra manera hubiese entrado directo en el primer año. El debate sobre qué fue legítimo, qué se ganó realmente, y cuál es su verdadero lugar en la historia probablemente jamás terminará. Incluso si vemos lo hecho por Bonds entre los 36 y los 39 años de la forma más favorable posible, es imposible evitar la controversia.
En ese momento no podíamos saber cómo vería la historia esas temporadas. Tampoco sabemos ahora cómo verán los fanáticos en 2030 o 2050 o 2070 lo que está haciendo Judge en el 2022. Pero cuando lo hagan, con suerte recordarán más que los majestuosos cañonazos. Esta puede que sea una temporada histórica desde el punto de vista jonronero, eso es seguro. Pero es también una de las grandes campañas de la historia en general, una que puede que no tenga el lastre que arrastraron muchas otras.