Otro año más de lidiar con el Daylight Saving Time
¡Bienvenidos al Daylight Saving Time! Es perfecto y llegó justo a tiempo para la temporada de; béisbol. Nada de eso de días cortos y comenzar juegos en la oscuridad.
No hay que preocuparnos por ver partidos diurnos y que ya para la octava entrada (de 3:00 a 3:30 PM) el sol comience a ponerse. O, que partidos que comienzan a las 7:00 PM y ya está totalmente de noche. ¿Se imaginan eso? ¿Qué clase de caos tendríamos si fuera a ser así?
Lo negativo es que se pierde una hora de nuestras vidas. Una hora menos de dormir y de hacer algo que nos encanta. ¡Qué crisis existencial! Las cosas que hay que sacrificar para que los días se sientan apropiadamente largos y que uno tenga un poco de luz solar al salir de trabajar.
Ah, qué tarea cada seis meses de ajustar nuestros relojes. ¿Por qué tanto trabajo con eso? Es demasiado cálculo y confusión hacer esto cada marzo y cada noviembre. Una cosa es segura: Qué bueno que el Daylight Saving Time no interfiere con nuestra temporada de Grandes Ligas.