Hoy podría celebrarse un "unánime" por segundo año consecutivo en el Bronx
La noche de este martes se darán a conocer los resultados de la elección de la Asociación de Escritores de Béisbol de Norteamérica (BBWAA) para el Salón de la Fama de Cooperstown. A falta de pocas horas para el suceso más esperado del mes de enero por parte de los fanáticos de las Mayores, hay algo casi seguro: Derek Jeter se convertirá este mismo año en un Inmortal de la Gran Carpa.
Lo que aún está en duda y tiene a todos los seguidores y admiradores de la carrera del “Capitán” al pendiente de las votaciones, es si su entrada podrá ser de manera unánime, al igual que la de su amigo y compañero de equipo de los Yankees, el panameño Mariano Rivera, quien ha sido el único en la historia en lograrlo (2019).
En el momento en que se redacta esta nota, Derek muestra el 100% de las boletas públicas a su favor, por lo que no sería descabellado que se alce con la unanimidad al igual que “Mo” hiciera el pasado año. Por esa razón, aquí en Corte4 decidimos retornar en el tiempo al 26 de septiembre del 2013, cuando Mariano realizó la última aparición de su carrera como relevista de los Yankees en un repleto Yankee Stadium, y Andy Pettite y Derek Jeter fueron los “seleccionados” para extraerlo de la lomita. Mariano llorando sobre los hombros de sus amigos ante una multitud emocionada aplaudiendo hasta el infinito son imágenes que a un verdadero fanático del béisbol no se le olvidan jamás.
El día de aquel abrazo histórico muy pocos podrían imaginar que la unanimidad sería un término reservado en Cooperstown para un jugador latinoamericano, Yankee durante toda su carrera (19 temporadas) en el mejor béisbol del mundo. Y que un año después estaríamos volviendo sobre lo que representa entrar al Salón de los Inmortales con el 100% de los votos. Casualmente, otro que dedicó todos sus años en el béisbol activo (20) siendo miembro de los “Mulos del Bronx”.
Hoy habrá fiesta en la Gran Manzana. Sólo nos queda esperar si el calificativo de “Unánime” se repite, apenas por segunda vez en la historia. Sea cual sea el resultado, el mítico uniforme rayado con el número 2 en su dorsal seguirá siendo una constante en los estadios de béisbol del mundo entero. Desde hace muchos años y para siempre.