¿Nimmo-ostradamus? Esta predicción del cañonero no tardó en hacerse realidad
SAN LUIS – A finales de la semana pasada, luego de fallar un batazo que parecía que le daría la ventaja a los Mets, Brandon Nimmo se paró frente a su casillero y habló con la prensa durante un buen rato sobre su lento inicio de temporada. Más allá de la mala suerte que ha tenido, Nimmo no tenía una explicación clara.
El cañonero está dándole más fuerte que nunca a la bola, haciéndolo además con un ángulo de despegue que suele traducirse en extrabases.
Nimmo reconoció que estaba luchando con las ganas de hacer cambios. Pero luego dijo que pronto se encendería “tanto como un fuego artificial”.
Y no se equivocó.
Nimmo, quien conectó un jonrón para igualar el marcador en el séptimo tramo del juego del lunes, en el triunfo de los Mets por 4-3 sobre los Cardenales, se ha embasado en nueve de sus últimos 11 partidos. Ha empalmado dos vuelacercas, a la vez que ha bateado .317/.417/.561 en ese período, luego de registrar .186/.358/.314 en sus primeros 23 encuentros del año.
Más allá de algunos ajustes imperceptibles, Nimmo no ha cambiado mucho. Sencillamente ha tenido mejor suerte, y los Mets se están beneficiando de ello.
“He estado dándole a la bola muy bien durante toda la temporada”, señaló Nimmo. “Lo he sentido. [El buen momento] venía por ahí”.
Y así, el cuadrangular del lunes, que salió de su bate a una velocidad de 111.1 millas por hora, empató el batazo más fuerte que ha dado en la campaña.
“Fue majestuoso”, dijo el abridor de Nueva York, Sean Manea, en referencia al cañonazo.
Entre todos los análisis métricos, hay un número que llamó particularmente la atención sobre el mal arranque de Nimmo. La diferencia entre su slugging esperado y el real era el séptimo más amplio de las Mayores, lo que sugiere que el cañonero estaba teniendo una de las peores suertes de la liga.
“Sabemos que es un gran bateador, un gran jugador”, señaló el manager de los Mets, el venezolano Carlos Mendoza. “Siempre está en control de la zona. Incluso cuando no está en su mejor [momento], va a tener turnos de calidad gracias a su disciplina con la zona de strikes y decisiones en el plato. Ahora está viendo los resultados, línea tras línea. Ése es él”.